Hay pocas sensaciones más poderosas que saber que llevas las riendas de tu propia vida. Es decir, que eres el protagonista de tu historia y que todo lo bueno y malo que te ocurre lo has decidido tú en última instancia, en vez de estar dirigido por las expectativas de otros o por pura inercia.

Cuando llevamos las riendas de nuestra vida, además, incluso los errores y las malas decisiones sirven a un propósito: aprender y conocernos a nosotros mismos. El fracaso no existe porque todo aparece como una lección.

Hace días hojeaba una libreta donde apunto citas interesantes y encontré esta de la maravillosa Therese Bertherat (inventora de la «antigimnasia«) que habla de este sentimiento de poder sobre nuestro destino.

Mi trabajo apunta a ayudar a cada cual a que comprenda que existe, que dispone de una vida para vivirla; le confirma la suposición de que ya es hora de empezar y le anima en el deseo de encontrar los medios para ello.

¡Qué forma tan bonita de definir en qué consiste la terapia!

Puede sonar extraño pero muchas veces no sentimos que tenemos una vida, un lugar en el mundo. A ver, lo sabemos intelectualmente (tenemos nuestro DNI, una dirección, una profesión, una casa llena de cosas tangibles que hemos comprado nosotros) pero no lo SENTIMOS. Y aquí está el quid de la cuestión.

A veces tenemos la sensación de que somos títeres manejados por no sé quién («la sociedad» ese cajón de sastre a quien asignamos todas nuestras limitaciones y miedos). Vivimos como extraños en nuestro propio cuerpo, desconectad@s, sin saber quiénes somos o qué queremos de la vida, dejándonos llevar simplemente…

Es curiosa esta sensación, es como si viviéramos encerrados en una cajita transparente que nos separa de la vida real e intensa, como bajo una especie de hechizo que nos hiciera ver que no somos los protagonistas de nuestra existencia, sino sólo actores secundarios…

Lo que ocurre en estos casos es que hemos perdido el poder. Sí, al final es una cuestión de poder. Tomar las riendas de nuestra vida es asumir que el poder es propio, personal e intransferible, y por eso debemos centrarnos en lo que Stephen Covey llama «nuestro círculo de influencia«.

 

Una historia personal: cuando algo en mí hizo «clic»

Yo he estado en ese extraño lugar. Bajo ese hechizo de sentir, por loco que pueda parecer, que «mi vida no era mía». Fuera de mi cuerpo y de mis auténticos deseos, me veía una espectadora de mi realidad más que una actriz de pleno derecho. Pensaba que nunca tendría el valor de hacer lo que a mí me nacía hacer: escribir de forma pública, vivir junto al mar, estudiar el comportamiento humano, ayudar a los demás y ganar dinero con ello.

Recuerdo muy bien una conversación con mi coach, allá por febrero de 2014 mientras cursaba el máster de coaching, en la que le dije: «A veces siento que no llevo las riendas de mi vida…»

Y lo que él me respondió supuso un antes y un después en mi forma de ver las cosas:

«¿Y entonces quién las lleva?«.

Fue escuchar esto y algo en mí hizo clic. Me repitió otra vez esta pregunta:

Si tú no llevas las riendas de tu vida, entonces ¿quién?

Sí, ¿quién las lleva? ¿Quién podía llevar las riendas de MI vida?

Y entonces pensé: «Madre mía… ¡pues yo, quién va a ser! No es posible que mi vida la dirija y gobierne otra persona. Quizás no estoy domando bien mis caballos, quizás no sé a dónde me dirijo, quizás llevo mi carruaje con los ojos cerrados, quizás rehúso conducir sin saberlo, pero la única dueña de mi vida, aunque no pueda o no quiera verlo, soy yo

Te lanzo la misma reflexión a ti, querido lector o lectora:

El único dueño/a de tu vida, aunque no quieras o no puedas verlo ahora, eres tú.

Si sientes que NO llevas por completo el mando de tu barco… ¿entonces quién lo lleva? ¿Crees que alguien ajeno a ti tiene ese poder?

Por más que quisieras, tú no podrías manejar los pensamientos y las decisiones de otra persona… Y por tanto, nadie más puede hacer lo mismo en tu caso.

Para mí, darme cuenta de esto fue el punto de inflexión hacia una vida más consciente, más auténtica, más «real», en la que los sentimientos de miedo, indecisión e inseguridad cada vez fueron tomando menos protagonismo.

 

Cómo llevar las riendas de tu vida - artículo coaching personal

 

Recuperar el poder personal para sentir que llevas las riendas de tu vida

Cuando uno se sabe, y se siente, dueño de su vida y sus decisiones, experimenta el verdadero poder. Deja de ser un «ser etéreo» que no sabe quién es, ni lo que quiere, ni qué le deparará el futuro y empieza a tomar acciones concretas para conectar consigo mismo y con sus deseos.

Por todo esto la frase de Therése Bertherat que puse al inicio me parece tan maravillosa… «Mi trabajo apunta a ayudar a cada cual a que comprenda que existe, que dispone de una vida para vivirla […]»

Creo que este es el enfoque más saludable de cualquier proceso de desarrollo personal. Los coaches, o terapeutas en general, más que centrarnos en «ayudar alguien a ser feliz» o «hacer que alguien se sienta mejor» (porque un@ puede sentirse mejor drogándose o jugando con el móvil todo el día) deberíamos poner el foco en hacer comprender al otro que tiene las riendas de su futuro en sus manos.

Que una vida mejor y más intensa está esperándole.

Que existen medios para hacer esto posible (la reflexión, la acción enfocada, ponernos pequeños objetivos, buscar acompañamiento para el proceso) y que, si uno se decide a comenzar, puede materializar sus deseos en el mundo real.

Lo creas o no, eres dueñ@ de tu destino. Y recuperar las riendas de tu vida pasa por cuestionar esa idea de que no tienes el poder. Porque SÍ lo tienes, incluso aunque estés rehusando utilizarlo.

Eres dueñ@ de tu historia…

Así que ahora, como dice Ángel Alegre: «Sal ahí fuera y haz algo que merezca la pena»

 


Créditos de la imagen: A proposito de jeronimo sanz via Flickr Creative Commons

 

Seguir creciendo

¿Te gustaría recibir textos como este en tu correo electrónico, que te inviten a crecer y a materializar tus sueños?

Suscríbete al boletín de los sábados utilizando la caja que encontrarás más abajo. Es gratuito y puedes darte de baja cuando quieras. Recibirás también el libro en PDF «Qué hacer si quieres cambiar pero no sabes por dónde empezar».

¡Te espero en el club!

 

 

Amparo María Millán Ocaña te informa que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por mí como responsable de esta web. Finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales: gestionar el alta a esta suscripción y remitir boletines periódicos con información y oferta prospectiva de productos o servicios propios y de terceros afiliados.  Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios:  Mailchimp. Ver política de privacidad de Mailchimp.  Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en info@puedoayudarte.es. Puedes encontar más información sobre Protección de Datos en mi página web, así como consultar mi política de privacidad.

¿Te gustó este artículo?

Recibe los siguientes en tu correo

8 Comentarios

  1. hola amparo.
    brevemente te explicaré que quienes llevan las riendas de mi vida son las personas que me rodean, sobre todo en el trabajo. y es así porque según se comporten conmigo, estoy mejor o peor. siempre callo porque no me compensa contestar y estar luego ocho horas incómoda con esa persona pero, claro, después estoy enfadada conmigo misma por no saber hacerlo.
    gracias por tus artículos.
    saludos.
    *laura*

    • Amparo Millán Responde

      Hola Laura,
      Quería decirte algo… A ver, es inevitable que te sientas afectada por el comportamiento de las personas que te rodean y con las que trabajas, pero el darles TANTA importancia a estas opiniones y hacer que lleven las riendas de tu vida ¡es decisión tuya! Es decir, les estás cediendo tu poder… Estás dando una importancia de 10 a algo que tiene una importancia de 3.
      Las riendas de tu vida las llevas tú, lo sepas o no. Ahora mismo estás decidiendo, de forma inconsciente, «dejarte llevar» por lo que opinan otras personas. En cuanto tomes contacto con tu poder (y esto ocurrirá si empiezas un camino de trabajo personal) te irás sintiendo más libre y más dueña de tu vida, al margen de cómo te traten las otras personas.
      Te deseo suerte en este camino.

  2. Buenos dias, ingresé a la pagina porque necesito tomar las riendas de mi vida, estoy sintiendome mal fisicamente porque no hago nada por cuidarme, y me cuesta muchisimo tomas las riendas y empezar, tengo la teoria perfecta, pero me resulta imposible llevarlo a la practica. Como se hace?

    • Amparo Millán Responde

      Hola Lucia, realmente ARRANCAR con un objetivo es más fácil de lo que parece, únicamente hace falta… empezar (¡por ejemplo hoy!) y decidirse a ir poco a poco. Te dejo aquí este artículo sobre cómo ser constante donde explico en detalle por qué avanzar poquito a poco pero todos los días es la clave de cualquier meta, de ese pasar de la teoría a la realidad.

  3. Hola Amparo cómo estas? Espero q muy bien. Me encantó tu artículo y la forma en que te expresas
    Mi problema es q soy muy inseguro. Siento q todo me cuesta el doble q a cualquier persona. Tal vez tenga fobia social. Cómo puedo tomar las riendas de mi vida con mi inseguridad? Veras en reuniones de trabajo, temo q me toque hablar y hasta me da taquicardia. A veces intento imaginar q soy otra persona a la q admiro y eso me da «algo» de seguridad. Es muy loco lo mio jeje. Bueno si pudieras darme consejos desde ya muy agradecido. Diego de argentina

    • Amparo Millán Responde

      Hola Diego,
      Me alegra que este artículo te haya gustado. 🙂 Con respecto a consejos para lidiar tu inseguridad, pues este no es un tema que se arregle a través de tips o consejos (y además supongo que ya has probado cosas como respiración, visualización, etc.) sino entendiendo las raíces de esa inseguridad. ¿De dónde viene? ¿Por qué te parece tan terrible poderte equivocar en esas reuniones?

      Yo te invito a leer mi artículo de «miedo al fracaso» porque creo que te puede ayudar a profundizar en esto, lo tienes aquí –> Algo que tienes que perder cuanto antes: el miedo al fracaso

      Y si quieres trabajar a fondo tu inseguridad y tu miedo, entonces te recomiendo mi Masterclass intensiva que se centra en estos dos bloqueos: Clase intensiva salir de tus bloqueos

      Espero haberte ayudado, un abrazo!

  4. Pingback: La actitud que envenena nuestra vida: el derrotismo – bettyelane.com

Escribe un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.