¿Vives sin rumbo o tienes un propósito, esto es, un objetivo al que aspirar más allá de pasar los días de la mejor manera?
Verás… pienso que para llevar una vida significativa es absolutamente necesario disfrutar del presente, cuidar los detalles, tratarnos con amor a nosotros mismos y como veíamos en el artículo pasado: poner magia en la vida cotidiana.
Sin embargo, esto sólo no es suficiente.
No podemos hacer que el sentido de de nuestra vida sea solamente la recolección de momentos bonitos y experiencias variadas.
Es necesario, además, un propósito superior, un para qué, un objetivo que será diferente en cada momento de la vida pero que hará de hilo conductor de todas nuestras experiencias.
Con referencia a esto, y aun a riesgo de resultar provocadora, quiero hablar de algo que me desconcierta un poco… Vivo en una ciudad turística en la costa del Mediterráneo (Dénia) y para mí es habitual ver cómo mucha gente mayor, jubilados, han decidido pasar sus últimos años de vida enfrascados en un carrusel de viajes, playeo y experiencias sin otro propósito que este: el ocio. O llamémosle distraerse, disfrutar de los placeres hedonistas, «hacer algo para matar el tiempo».
Recuerdo una conversación que tuve hace tiempo con una profesora (en esos tiempos en que trabajaba en un instituto, no estuvo mal pero no era lo mío al 100%) que me comentaba que una amiga suya, también profesora pero ya jubilada, estaba bastante deprimida y no sabía cómo ayudarla. La conversación surgió porque yo le comenté que era coach y pensaba dedicarme a esto en el futuro, en vez de a dar clases de biología.
El caso es que me dijo que vio a esta amiga hacía unas semanas y ella le comentó que acababa de venir de viaje de una isla griega -donde estuvo estupendamente- y que le había dado mucho bajón el regreso, que estaba ya mirando otras vacaciones para marcharse a otro lugar.
Esta mujer vivía sola, no tenía hijos, estaba separada de su marido y contaba con muy pocas amigas (según mi compañera, por su carácter difícil). Tampoco tenía otras aficiones ni ningún deseo de contribuir al mundo de alguna manera, así que bueno, se deprimía (supuestamente) porque no podía pasarse la vida de viaje en viaje…
A mí me asombró el infantilismo de esta señora de 70 años (que luego dicen de la gente joven). En serio, ¿qué piensa esta señora que es la vida? ¿Una sucesión sin fin de experiencias de ocio? ¿Un «pasar el rato» sin más?
En ese punto vi con total claridad las consecuencias de quienes viven desconectados durante largos años… limitándose a trabajar, a hacer lo que otros dicen, a consumir, a no hacerse ninguna pregunta trascendental más allá del «¿oh, y qué haré en mis vacaciones?»
Y esa consecuencia es una falta total de perspectiva acerca de la vida su sentido… Un ver la vida como una simple acumulación de momentos agradables.
Otras veces pensamos que la realización máxima, y la mayor felicidad a la que podemos aspirar, es un trabajo que nos guste y que sea próspero económicamente hablando. Es decir, hacer realidad ese dicho de «ten un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida».
El tema es que, si bien un buen trabajo, en términos de estilo de vida y sueldo, en el que además despleguemos nuestros talentos, es una bendición del cielo, se queda corto si pensamos en él como propósito de vida. Porque la vida es mucho más que la profesión y, al final, es más importante lo que pasa POR DENTRO NUESTRO que lo que pasa por fuera.
Justamente ayer leí la noticia en el Instagram de Tonya Leigh del suicidio de Kate Spade, una diseñadora estadounidense de ropa y complementos que ha llegado a vestir a la mismísima Sarah Jessica Parker.
La marca creada por Kate Spade rezuma glamour y optimismo, ella era una businesswoman muy exitosa y digamos que había llegado a alcanzar una vida elegante, confortable y de mucho reconocimiento, el paradigma de una vida perfecta, vaya… pero obviamente no sería así cuando decidió quitarse la vida y dejar huérfana a su hija pequeña. Sus diseños, su elegancia, su vida llena de belleza y detalles coloridos no pudieron, sin embargo, salvarla.
Traigo estos ejemplos para mostrar cómo vivir SÓLO en el materialismo crea una felicidad falsa, un espejismo que no nos hace sentir mal pero tampoco nos llena del todo… Porque todos necesitamos un propósito, un fin más allá de la mera supervivencia o de tener experiencias lindas y sorprendentes en nuestra vida cotidiana.
Y aquí viene la pregunta:
¿Pero qué es un propósito?
Digamos que existen varios niveles.
En primer lugar, podríamos hablar del propósito general de cada ser humano que pisa este mundo y que sería (según la opinión de muchos sabios y maestros espirituales, también en general de cualquier persona que se plantee un poco las cosas) aprender, amar, contribuir a mejorar el mundo, llegar a la verdad y experimentar con humildad e intensidad todas las experiencias humanas (alegría, dolor, éxtasis, pérdida, reconciliación, etc.)
En segundo lugar, cada uno de nosotros de manera individual tenemos una «misión de vida» específica aparte de esta que he comentado arriba y que para algunos se desvela en la juventud, para otros en la mitad de la vida y para otros se hace visible en la vejez. Que me corrijan los astrólogos si me equivoco, esta misión sería el equivalente al Nodo Norte en la carta natal.
Ejemplos de una misión personal podrían ser el hacer un descubrimiento importante para la humanidad, ser innovadores en nuestra familia y romper con antiguos patrones de comportamiento, conocer en profundidad en amor de pareja, desplegar el valor de la amistad en su máxima potencia, superar una infancia difícil y dar fe de ello a los demás, liderar una revolución social, crear cosas bellas, poner el conocimiento al alcance de los demás, aprender a perdonar (porque sufrimos muchas experiencias en la vida que nos hacen «practicar») o entretener a la gente.
Y en un tercer nivel, y es en esto en lo que me voy a centrar en este artículo, un propósito es una PRIORIDAD o un asunto de mayor relevancia en cada momento o etapa de la vida. Y esta prioridad lo tiene que ser a tres niveles: material, emocional y espiritual.
Es decir, vivir con propósito es poner el foco en algo concreto que va a cambiar nuestra vida, pero también que está relacionado con nuestro mundo interior y que tiene un sentido superior de aprendizaje. Y como he dicho antes, tenemos varios «pequeños propósitos» según el momento vital en que nos encontremos (no será igual a los 18 que a los 70).
Ahora me gustaría retomar la pregunta que te hice al inicio de este artículo… Mira tu vida hoy, estos últimos meses, y pregúntate: ¿sabes hacia dónde vas y por qué vas a hacia allá? ¿O vives un poco sin rumbo? ¿Tienes clara cuál es tu prioridad para este año y articulas el resto de experiencias en torno a ella, o no es así y tienes múltiples objetivos dispersos y poco fundamentados?
Conocer esta prioridad, propósito u objetivo más importante en cada etapa de nuestra vida nos da una sensación de enraizamiento, de anclaje en la realidad, mientras a la vez creamos una visión de futuro que nos emociona.
El problema viene cuando no tenemos ni idea de cuál podría ser esta prioridad… O podemos intuir de qué tipo es (laboral, familiar, personal o emocional) pero no llegamos a construir una frase clara que nos permita levantarnos cada mañana sabiendo qué es lo más importante y por tanto a lo que deberíamos destinar recursos de manera preferente.
Para ayudarte en esta tarea he preparado 5 preguntas que te ayudarán a definir cuál es tu propósito en este momento, al margen de todas esas cosas que no puedes eludir (trabajar, mantener tu casa limpia, cuidar de tu familia, pagar impuestos, estudiar, etc.).
Una cosa que quiero advertirte: por favor SÉ PACIENTE a la hora de definir este propósito… Si has pasado 50 años de tu vida sin saber muy bien cuáles son tus verdaderos deseos y para qué estás aquí, no pretendas resolver esta cuestión en cinco minutos. Date una tarde, una semana, un mes o todo el verano para entender el porqué de las dificultades que estás viviendo (lo que requiere revisar el pasado), definir bien a dónde quieres llegar y cuál sería la acción comprometida que te hará pasar a este punto.
Dicho esto… vamos con las preguntas.
5 preguntas para descubrir cuál es tu propósito o prioridad en este momento
1. ¿Qué aspecto de tu vida tiene un tiempo idóneo para ser realizado y es mejor no postergar para luego?
Hay objetivos en la vida que no se pueden hacer en cualquier momento sino que requieren una dedicación intensa durante un espacio de tiempo determinado. Si justo estás en esa fase donde algo requiere mucha atención, es importante, y es el mejor momento para hacerlo, esto mismo puede constituir tu propósito.
Hablo, por ejemplo, de cuidar a tus hijos cuando son bebés (la etapa más importante de sus vidas, mucho más relevante cuidarlos ahora que cuando tengan 10 años), acabar unos estudios justo en el momento en que te has quedado en el paro y tienes más tiempo libre, cuidar de un familiar que está a las puertas de la muerte o hacer más actividad física ahora que llega el verano y te animas más a salir.
En definitiva, un buen propósito puede ser algo que tenga un ‘timing’ determinado y que sea mejor no postergar para después y aquí te puede ayudar la pregunta:
Al margen de lo que yo quiero o había planeado con anterioridad, ¿Para qué es idóneo mi momento presente?
2. ¿Qué te haría ahorrar tiempo, dinero o disgustos en el futuro?
La falta de reflexión nos lleva a arrastrar acciones que poco a poco empeoran nuestra vida. Por ello, un buen propósito para tu vida actual, cualquiera que sea tu situación, podría ser identificar aquello que se lleva tu tiempo, dinero o bienestar a pequeñas dosis e invertir un esfuerzo en mejorarlo.
Por ejemplo, si tienes un negocio tu prioridad podría ser automatizar tus procesos. O tu prioridad podría ser arreglar esas cositas estropeadas de casa que te complican el día a día. O decidirte de una vez a controlar tus gastos porque estás entrando en una espiral de deudas peligrosa. O proponerte muy en serio mejorar tu productividad porque se te va el tiempo «en tonterías».
Es decir, identifica cuál es el área de tu vida que, en este momento, más disminuye tu confort y tu nivel de vida y proponte un objetivo para mejorarla.
3. ¿Qué te arrepentirías toda la vida de no haber intentado?
Esta pregunta es una de mis favorita porque tener conciencia de que vamos a morir, que esto se acaba amigos, puede ser el pistoletazo de salida de un cambio personal sin precedentes.
¿Qué es eso que te mueres de ganas de hacer y te arrepentirás si no llevas a cabo? ¿Por qué no considerarlo en serio, en vez de clasificarlo como «un sueño loco e imposible»? Imaginando que te queda un año de vida ¿Qué no te perdonarás no haber ni siquiera intentado?
Una vez que tengas claro cuál es este deseo, divídelo en varios pasos o en objetivos más concretos (este punto es clave) y elige uno de ellos para convertirlo en tu propósito de los próximos meses. Y cuando termines con este pequeño paso pasarás al siguiente, siempre teniendo en mente el objetivo final.
Los cambios personales drásticos pueden requerir AÑOS para completarse pero esto no debe ser un obstáculo para que desistas de intentarlo. Comprométete hoy a iniciar la primera acción que te llevará hacia tu destino, haz de esto tu prioridad -es decir, no entierres tu «gran sueño» entre una montaña de obligaciones y objetivos varios- y disfruta del camino.
4. ¿De qué problema o conflicto llevas huyendo toda tu vida?
Esta es otra pregunta maravillosa para encontrar un propósito de vida.
Los problemas rara vez desaparecen, como mucho se quedan ocultos un tiempo para luego brotar en el momento menos oportuno. Si toda tu vida evadido lidiar con un conflicto, por falta de tiempo o de ganas de profundizar en él, te aconsejo que te plantees si este es el momento…
Por ejemplo, ¿vas a vivir con baja autoestima hasta el final de tus días? ¿Vas a seguir metiéndote en relaciones complicadas e insatisfactorias porque no sabes por qué tu radar interno te lleva a juntarte con gente indeseable? ¿Vas a huir para siempre de ese dolor o esa rabia difusa que aparece en tus pesadillas? ¿Vas a vivir toda la vida con esa autoexigencia que no te deja descansar y que te lleva siempre a sobrecargarte y poner tus deseos en último lugar?
En fin, siempre es buen momento para hacer frente a esos problemas que preferimos no mirar y que (lamentablemente) nunca nos abandonarán hasta que no comprendamos su origen. Un propósito precioso para cualquier etapa de la vida es hacer un trabajo personal comprometido relacionado con eso que lleva tiempo molestándote.
5. Mirando señales, coincidencias, casualidades, ¿qué te está empujando la vida a hacer AHORA?
A veces parece que la vida nos manda mensajes, a través de personas o acontecimientos, de qué sería propicio para nosotros en un momento dado, cosas que quizás nunca nos habíamos planteado.
Por ejemplo, puede ser que un curso de algo que comienzas por mera curiosidad se acabe convirtiendo en el trabajo de tu vida. O puede ser que para ti el éxito profesional fuera lo más importante pero el convertirte en padre te haya «obligado» a cambiar tus prioridades, algo que no esperabas. O puede ocurrir que últimamente te aparece en libros, en revistas, en conversaciones, un tema determinado y desconocido y decides seguir estas sincronicidades y estudiarlo.
Por otro lado, los eventos dolorosos de la vida pueden ser una buena oportunidad para embarcarse en propósitos nuevos. Por ejemplo, para muchas personas la enfermedad de un familiar o un accidente la que les hace replantearse el sentido de su vida y tomar importantes decisiones. O como resultado de una ruptura dolorosa de pareja, no planeada, mucha gente comienza un camino precioso de crecimiento personal.O el atravesar una crisis económica les lleva a ser más humildes o comprender mejor a las personas desfavorecidas de la sociedad (porque desde su torre de marfil suspiraban por las estadísticas del paro que salían en las noticias pero no «les tocaba», era algo ajeno).
En resumen, revisa qué señales estás recibiendo últimamente, con qué tipo de personas te cruzas con más frecuencia de lo esperable o qué casualidades te van llevando por un camino que no habías previsto pero que necesitas aprender.
Conclusión final
Vivir con propósito no es llevar una vida fácil, exenta de problemas y donde todo sea de color de rosa. Más bien, es una forma de vivir en la que sabemos lo que queremos/necesitamos de verdad, por qué queremos/necesitamos eso y tomamos acciones estratégicas para llegar allí (entendiendo que los rodeos y los retrasos son parte del camino)
En esta sociedad donde se nos empuja al materialismo desde todos los frentes, donde se ensalza a personas exitosas que luego resulta que son infelices hasta el punto de quitarse la vida, hace falta que cada uno de nosotros desarrolle un modo de actuar donde lo material, lo emocional y lo espiritual vayan de la mano.
Ponernos un propósito que reúna estos tres ingredientes, y por supuesto dirigir los esfuerzos a conseguirlo, es una manera de hacerlo.
Ahí te dejo la tarea, espero que pensar en estas 5 preguntas que he compartido te lleve a conclusiones profundas e interesantes. Recuérdalas:
-
. ¿Qué aspecto de tu vida tiene un tiempo idóneo para ser realizado y es mejor no postergar para luego?
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¿Qué te haría ahorrar tiempo, dinero o disgustos en el futuro?
-
¿Qué te arrepentirías toda la vida de no haber intentado?
-
¿De qué problema o conflicto llevas huyendo toda tu vida?
-
Mirando señales, coincidencias, casualidades, ¿qué te está empujando la vida a hacer AHORA?
Por último, si necesitas mi visión y ayuda individualizada para revisar tu vida y definir una prioridad que verdaderamente te llene, echa un vistazo a mis consultas de tarot terapéutico. Al cabo de dos horas llegaremos a definir un propósito para tus próximos 6-12 meses, que seguramente no sea lo que esperabas o en lo que estabas centrando tus esfuerzos, pero que es propuesta idónea para ti en este momento de tu vida.
Dicho esto, recuerda: no vivas sin rumbo, no vivas sólo para coleccionar momentos mágicos y bonitos. Encuentra cuál es el propósito subyacente a todas tus experiencias y tenlo en mente al inicio de cada nuevo día.
¡Que así sea!
Créditos de las imágenes: GetStencil
8 Comentarios
Muy bueno tu desarrollo de este tema tan vital que es el proposito. Es lo que estoy intentando descubrir y definir en estos momentos de mi vida a 10 años de la jubilacion. Creo que voy teniendo un boceto cada vez mas perfilado y eso me aporta mucha ilusion.
Me parecen muy significativos los ejemplos de las actividades de muchos jubilados centrados solo en el ocio. Me da pena ya que si la salud respeta y hay una cierta estabilidad economica se puede aprovechar esta etapa para desarrollar nuestra mision en la vida. Y tener una mision le da un gran significado a todo. Nos ayuda a nosotros, a los que nis rodean ya que trasmitimos vitalidad y nuestro granito de arena puede contribuir a hacer el mundo un poquito mejor.
Muchisimas gracias Amparo !!!!
Querida Arantxa,
Muchas gracias por tu comentario, me alegro que te haya resultado significativo el ejemplo de los jubilados, confieso que pensé callarme esto porque quizás resultaba un poco polémico (en el sentido de: ¿quién soy yo para juzgar lo que hacen los demás con su vida?) pero bueno, es que al final de estas cosas aprendemos todos…
Me alegra enormemente que en este momento de tu vida te estés planteando ALGO MÁS para tu jubilación, que desees poner tu granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor ¡es que eso es lo que nos enriquece y nos hace felices, poner nuestra experiencia vital al servicio de los demás, no pasarnos las tardes comiendo gambas al sol!). Sin embargo… yo te animaría a empezar ahora, ya, poco a poco, con los recursos que tienes ahora (está claro que no tanto tiempo/dinero como cuando te jubiles, pero seguro que tienes opciones). Empieza a perfilar tu propósito para el futuro esta semana y verás cómo puedes ir avanzando, no hace falta que esperes 10 años para hacerlo.
Un abrazo muy grande!!
Wow felicidades por tu bebe , esa es una de las etapas más bellas que vive una mujer , bendiciones. Excelente , estás 5 preguntas me an echo pensar y estoy buscando dentro de mi las respuestas, estoy segura me llevarán a encontrar eso que busco que aún no se que es . Gracias por tus acertadas refecciones. Un abrazo
Excelente!!! Me encantó!! Estoy con cosas nuevas y trabajando a full para poder descansar tranqui en un futuro….Preguntas claves que te hacen poner en práctica lo que vas dejando en el camino…Gracias Amparo!!!
Hola Amparo, te sigo desde hace mucho, desde Chile. Muchas gracias por tu columna de este sábado sobre el propósito para este momento de la vida. Me ha hecho total sentido y está muy bien orientado y explicado sobre todo por lo que «te arrepentirías toda tú vida de no hacer». Muchas felicitaciones por tu embarazo, deseo tú máxima felicidad con tu bebé y que aprendas mucho de Ella o El. Me gustaría mucho tener una sesión de tarot terapeútico, orientame por interno cómo lo hacemos.
Un gran abrazo y gracias por tú aporte en mi vida.
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