Hay un poema de Charles Bukowski que dice así:

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
montarme un lío?
¿es que quieres fastidiar
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Fuente: El poema de la semana

 

Bukowski es un escritor peculiar que no gusta a todo el mundo. A mí tampoco me gusta todo lo que ha escrito pero con «El pájaro azul» me ganó el corazón. Es uno de mis poemas favoritos por su simplicidad y su pureza.

El pájaro azul es una colorida metáfora acerca de todo eso que ocultamos y no dejamos salir por miedo, por desconocimiento, o porque no queremos enfrentar las consecuencias que vengan después.

Si este poema conecta con muchas personas es porque describe una experiencia común: la sensación de que existe una versión mejor de nosotros, en algún lado, con la que no terminamos de contactar del todo.

A mí me gusta recurrir a este poema cuando voy a hablar de autoestima, porque creo que para alcanzar la verdadera autoestima hay que, al menos, percibir tímidamente a ese pájaro azul. Esa parte brillante y escondida de nosotros que no exteriorizamos con excusas como: ¿qué pensarían los demás? ¿A quién podría herir mi pájaro azul?, ¿Quién soy yo para guardar algo tan magnífico adentro?

Aunque de forma intuitiva todos agregamos algún significado a esta expresión de «el pájaro azul», en este artículo quiero compartir contigo cuatro posibilidades sobre qué podría ser esta parte psíquica, que se encuentra oculta y dormida por nuestra ignorancia o miedo.

Acompáñame y pensemos junt@s… ¿qué puede ser este pájaro azul?

 

Qué quiere decir que hay un pájaro azul dentro de nosotros - Reflexiones a partir de un poema de Bukowski
¡Pinéalo!

 

1. Toda la sensibilidad, suavidad y ternura que no nos atrevemos a mostrar

La verdad, en nuestro mundo la fragilidad y la ternura están infravaloradas. Hay quien «se ríe» de las palabras tiernas, otros confunden sensibilidad con ñoñería y para otros es mucho mejor una persona rígida y fuerte que una persona dulce y sensitiva. De hecho… ¿Cuándo fue la última vez que tuviste un trato dulce, amable y tierno con los demás, sin ningún asomo de burla, de crítica, u otra cosa que «endureciera» la conversación? ¿Y por qué te molesta tanto, incluso tratas de «sensibleros» a los que sí muestran sin pudor su ternura?

Creo que a esta sensibilidad reprimida se refiere Bukowski, que empleaba un estilo duro y soez que encandilaba a las masas (fue lo que le dio el éxito, la verdad), cuando escribe: «¿Es que quieres fastidiar mis obras? ¿es que quieres hundir las ventas de mis libros en Europa?»

Si consideramos que el pájaro azul es ternura reprimida, una forma estupenda de «dejarlo salir» es fomentar la suavidad en todas sus formas: en el trato, en las palabras, en las actitudes, en el pensamiento. Hay pocas cosas más revolucionarias en el mundo actual (donde las causas se defienden a base de luchas, en la calle o en twitter) que ser suaves y tiernos con nosotros y con el resto del mundo.

 

2. El pájaro azul como la vocación o el fuego artístico que apagamos por desconocimiento o por miedo.

Estoy plenamente convencida de que cada uno de nosotros tiene unos talentos particulares. Unos para la música, y otros para la escritura, el baile, la mecánica, la cocina, la ingeniería, las habilidades sociales, el humor, la oratoria o los inventos. Todos conocemos a personas que tienen una cualidad o habilidad que las hace únicas. La lástima es que muchos crecemos ignorando o despreciando ese pájaro azul… Crecemos con la etiqueta de «soy mediocre» o «no tengo ninguna aptitud especial» sólo porque otra persona separada de su talento nos la puso.

Quizás sea el momento de pensar en qué somos únicos, qué se nos da bien o qué cualidad personal podemos desarrollar aún más (¿la simpatía, la amabilidad, la capacidad de escucha, nuestro poder para ordenar ideas?). Quizás sea el momento de ver nuestros talentos y grandeza no como algo que disminuye el brillo de los demás (y podría despertar envidias) sino como una aportación beneficiosa para el mundo.

¿Quieres liberar a tu pájaro azul? Entonces conecta tu creatividad, dedica tiempo a tus pasiones y encuentra tu vocación para ponerla a disposición de todos.

 

3. El pájaro azul como la garra y el coraje que no sabemos que disponemos.

Casi todo el mundo se cree menos fuerte de lo que realmente es. De hecho, basta que suceda un acontecimiento límite (una muerte, un divorcio, una enfermedad, un despido) para que nos demos cuenta de que podemos resistir más de lo que creíamos. En incontables ocasiones, eso que pensábamos que «nos iba a matar» en realidad nos ha obligado a ser más fuertes.

En este punto me pregunto… ¿y si en vez de esperar a que ocurra un evento trágico, empezamos a desarrollar nuestra fortaleza y coraje desde hoy? ¿Y si dejamos de creer que somos pequeños y débiles para pasar a ser héroes?

El pájaro azul quizás nos habla de grandeza, de empuje, de que somos mucho más valientes, disciplinados y fuertes de lo que imaginábamos. No tiene sentido esperar una bofetada del destino (estos eventos trágicos que siempre llegan) para sacar a la luz toda esa potencia latente dentro de nosotros. Hagámoslo desde hoy, desde ahora, poquito a poco, entrenemos nuestro coraje y tesón con cosas pequeñas y por deseo propio.

 

4. El pájaro azul como el amor que no dejamos salir.

A veces, lo que se «enrancia» dentro de nosotros es el amor genuino que no damos a los demás (ni a nosotros, dicho sea de paso). Hay mucho miedo y muchas advertencias sobre los peligros de entregarse o «querer demasiado». Advertencias del estilo: Ser bueno es ser tonto… Si te entregas a los demás te pueden fallar así que no lo hagas… Cuidado con amar a alguien y que te rechace… Las personas son traicioneras… Cuanto más das, menos te agradecen… 

En realidad, todas estas frases son falsas y provienen del enorme malentendido acerca de lo que (creemos que) es el amor. Confundimos amor con deseos, expectativas egoístas, atracción sexual, necesidades, carencias, etc., y por eso decimos cosas como «me equivoqué en querer demasiado», «es mejor no confiar en nadie» o «los demás no me aman pero yo sí».

Si nos salimos de esas percepciones equivocadas, constataremos que nunca nos puede herir el querer a alguien. Es imposible que dar amor nos dañe. IM-PO-SI-BLE. Así de tajante lo digo. Eso de «lo/la quiero demasiado y por eso sufro» es una de tantas mentiras de este mundo. Nadie sufre por querer demasiado sino por necesitar demasiado, que es algo muy distinto. - ¡Twitea esto!

Lo que nos hiere no es el amor, o la entrega, sino las ilusiones rotas porque pensábamos que la otra persona iba a estar siempre para nosotros o que los rechazos avivan las carencias y heridas que todos arrastramos. Nos duele el recuerdo del desamor cuando fuimos niños indefensos (del que no somos conscientes), no el rechazo o la traición cuando somos adultos con cientos de recursos y con capacidad para amarnos a  nosotros mismos… Sobre esto se puede escribir mucho, pero dejémoslo aquí.

Tal vez el pájaro azul pueda simbolizar toda esa reserva de amor con que venimos al mundo y que guardamos como si fueran moneditas de oro en una caja fuerte por miedo a que se malgasten. Sucede que el amor nunca se malgasta. Y siempre se renueva. Quizás podemos empezar por amar de verdad a esa persona que nos mira, a veces soñolienta y triste, todas las mañanas al otro lado del espejo, puede ser que el pájaro azul comience a aletear con alegría cuando esto ocurra. Junto con lo que he comentado antes de la suavidad, creo que no existe nada más revolucionario que amarnos y amar a los demás…

 

Dejando libre al pájaro azul

Una vez que entiendes que hay un tesoro escondido dentro de ti, un tesoro de belleza, dulzura, bondad, talento y fuerza, es el momento de que te plantees sacarlo de su jaula y hacerlo público. Para ello puedes:

 

1. Reconocerlo y ponerle un nombre: ¿cuál es la naturaleza de tu pájaro azul? ¿De qué está hecho? ¿Encaja en estas cuatro categorías que a mí se me han ocurrido o en otra distinta? ¿Cómo sería tu vida si no tuvieras miedo de mostrarlo?

2. Entrar en contacto con esta parte de ti, en soledad, y pasar mucho tiempo en este paso. Antes de mostrar una buena creación al mundo tienes que gestarla. Un mínimo de nueve meses, un año, un par de años. Tengo la convicción de que todos los cambios exteriores, los que duran más de quince días, se producen después de un arduo e invisible trabajo interior, del que casi nadie sabe nada, excepto uno mismo (y quizás un terapeuta o una persona muy querida). Un trabajo interior lento, pero seguro. No tengas prisa porque todas estas virtudes ocultas se manifiesten en el mundo real, primero entra en contacto y dialoga contigo durante mucho tiempo.

3. Y cuando te sientas segur@, muestra tu grandeza al mundo. Muestra sin miedos lo que ha estado escondido toda tu vida. Si sabes quién eres de verdad y sientes orgullo del exhuberante pájaro azul que has alimentado, créeme que no te va a importar lo más mínimo la opinión de los demás. En eso consiste la verdadera seguridad. En definitiva…

 

Tardarás más, tardarás menos, será más fácil o más sufrido, pero cada día es una nueva oportunidad para decidir activamente que quieres liberar todo ese torrente de cualidades dormidas.

¿Qué nombre tiene tu pájaro azul?

¿Te animarás a dejar que vuele libre?

 


Créditos de la imagen: Florida Scrub de Kim Seng via Flickr Creative Commons


 

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20 Comentarios

  1. Buenos días a todos, matamos al pájaro azul porque tenemos demasiados prejuicios y nos importa demasiado la opinión de los demás, tal vez porque carecemos de seguridad en nosotros mismo y buscamos la aprobación de nuestro entorno constantemente. Ya que la gente con seguridad en sí misma es la que se atreve a hacer cosas y escucha únicamente a su interior, es por eso que considero que no hay que esperar el ok de nuestra familia, pareja o amigos, sino hacer, simplemente hacer, y una vez empezado el camino, que sean ellos mismos los que vean en lo que nos hemos convertido, si les gusta, maravilloso, y sino, pues una pena, pero a seguir adelante siempre.

    Saludos!

    • Amparo Millán Responde

      Eso es Anto, la inseguridad es la que nos lleva no a matar (como dices) sino a encerrar el pájaro azul.
      Esa inseguridad nace de la creencia falsa de que «no somos suficiente», de que los demás pueden herirnos de muerte cuando somos adultos o que nuestros puntos débiles no se pueden mejorar. Estas tres cosas son mentira y es importante que cada uno se haga una estrategia para superarlas.
      Gracias por tu comentario y un abrazo!

      Amparo.

  2. Hola Amparo, me encantó este artículo la semana pasada. Lo leí en la cama desde el móvil y por eso no lo comenté, pero lo hago ahora; mucha razón en tus palabras 🙂

    • Amparo Millán Responde

      Hola Rocío, me alegro que te haya gustado el artículo del pájaro azul, ahora toca dar el siguiente paso: contactar con esa parte escondida (y desconocida) que espera tu reconocimiento y salir a la luz, igual puedes hacerlo a través de tus dibujos 😉 Abrazos!

  3. Vaya por delante que el poema en cuestión no se encuentra entre mi Top 10 precisamente, tampoco Bukowski. Ahora, lo que sí me ha gustado mucho es tu reflexión posterior.

    Realmente ya no solo se trata de nosotros, de vergüenza o temor. Ya no se trata de retener el pájaro azul prisionero en nuestro interior, ya no hace falta querer sacarlo de ahí porque fuera existe una sociedad nociva que lo desprecia y ridiculiza. El pájaro azul ya no quiere salir, ya no quiero ser visto. Él solo espera. Espera a que llegue alguien capaz de admirarlo. Entonces saldrá y se posará en su hombro para cantarle al oído.

  4. Hola. Gracias por reflexionar sobre tan bello poema. Disiento bastante en tu análisis, creo q para el autor «el pájaro azul» es esa ansia de autodestruirse bebiendo y demás, ya q no puede controlarlo, es una pulsión q está dentro de él q no puede controlar, que la aborrece pero la ama, en el fondo le gusta, la necesita y la quiere, y por eso la cuida y protege. Es un secreto, es complicidad, es lo q nunca le fallará. Describe con mucha ternura a » el pájaro azul».

  5. Es una forma rara convivir por dentro con tu pájaro azul. Lo alimentas constantemente mientras conoces a más gente en el transcurso de los días, la convivencia con tu familia, pareja, internet etc., y no sabes cuan alto pueda volar hasta que le permites salir de su zona de confort para mostrarse tal cual es.

    • Amparo Millán Responde

      África, lo bonito sería que compartieras tu pájaro azul con las personas que te rodean. No lo guardes para ti. No «lo alimentes» sólo para tu beneficio. Bukowski lo dejó salir en forma de poema, seguro que el tuyo vuela alto y libre pronto.

  6. Muy buen artículo…yo creo que el pájaro azul simboliza la parte sensible de Bukowski, esa parte oculta que no queria mostrar porque el se consideraba un tipo duro y un escritor que mostraba la realidad con toda su crudeza…Su corazón es lo que significar ese «pajaro azul» y no quería mostrarlo por dos razones:la primera porque no quería echar a perder esa imagen que el mismo se había labrado y la segunda porque cuanto más sensible te muestras más tiende la gente (la mala gente) a confundirse y aprovecharse de la gente de buen corazón…Bukowski aparte de ser un genial escritor y borrachin fue también un genial intérprete de si mismo.

    • Amparo Millán Responde

      Estoy totalmente de acuerdo contigo, Sergio. El pájaro azul era el corazón (un poco de niño) de Bukowski, al que nunca pudo ocultar por completo porque está presente en cada libro y en cada poema, en medio de todos esos relatos de prostitutas, alcohol y bajos fondos. Un tipo entrañable, este Bukowski!

  7. Hola, me ha gustado bastante esta interpretación. Quería pedirte permiso para compartirlo en FB.

    Saludos.

    • Amparo Millán Responde

      Claro que sí, compártelo en Facebook, te lo agradezco!! únicamente pon un enlace a la página o fírmalo con mi nombre «Amparo Millán, coach personal».
      Me alegro que te haya gustado, un abrazo.

  8. «El ardiente y vital pájaro azul»?
    Es en serio?
    Leyeron de verdad el poema original?
    O acaso el coaching destruye todo el arte que toca con su tono facilista y complaciente?

    • Amparo Millán Responde

      He leído el poema original no sé cuántas veces y este artículo es mi interpretación, que me parece más profunda que «facilista».
      Saludos.

    • Amparo Millán Responde

      Hola Antonella, no sé en qué libro aparece este poema de «El Pájaro azul» pero si buscas a Bukowski en la wikipedia seguro que lo encuentras, yo tomé el poema de Internet. Un abrazo

  9. Jose Alberto Bastante Pareja Responde

    El Pájaro Azul es un cuento de Rubén Darío, previo al citado poema. La temática de no dejar salir de la jaula al pájaro es común, pero el desarrollo es muy diferente. En Rubén Darío el protagonista Garcín se vuela la tapa de los sesos para dejar salir ese pájaro azul, un talento muy grande en un hombre ninguneado por su propio padre y por los editores que ni leen su obra. Es una queja, la única salida posible. El poeta citado plagia el concepto para llevarlo al campo del exhibicionismo y el ego. Mejor Rubén Dario.

    • Amparo Millán Responde

      Estimado José Alberto,
      Te respondo tarde pero me parece interesantísimo lo que apuntas. ¡No sabía del cuento de Rubén Darío! Voy a leerlo ahora mismo.
      Yo no creo que Bukowski haya llevado el concepto al exhibicionismo y el ego; más bien ha sido más INTELIGENTE que el protagonista del cuento de Rubén Darío; en vez de volarse los sesos ha elegido sacar ese talento oculto representado por el pájaro azul a solas… Es una elección de cómo afrontamos el sufrimiento y el dolor por no ser reconocidos: ¿nos quitamos de en medio o más bien, como solución urgente, nos «nutrimos» a nosotros mismos aunque sea sin que nadie lo sepa?
      Muchas gracias por tu aporte, saludos cordiales,
      Amparo.

      • Hola: pues la interpretación que yo hice de este poema siempre, al menos es lo que al leerlo entendia, era que hablaba de malestar o tristeza, esa que alberga en su corazoón e intenta «ahogar» en alcohol, tabaco, prostitutas…., vida «superfula» en definitiva, con la que la intenta ocultar de cara a la galería, no mostrarla a la gente, o mitigarla para no afrontarla y enfrentarse a si mismo. Sólo la muestra a veces, en la soledad de la noche, cuando está consigo mismo, pero aun asi solo unos instantes, se muestra duro y la mantiene a raya, el no llora…
        Quizás no sea lo que quería decir el autor y vaya más enfocado en la línea que comentas en tu interpretación, pero no se porque a mi siempre me dió esa impresión al leerlo, igual por la visión que tengo del autor

        • Amparo Millán Responde

          Vaya Pablo!
          Pues me ha sorprendido tu interpretación, no lo había pensado y la verdad es que la considero CERTERA.
          ¿Y si el pájaro azul es la tristeza a la que el autor no se quiere enfrentar? Interesante….
          Fíjate, yo tomé el otro camino, porque al final del poema el autor dice que «no ha dejado al pájaro azul morir del todo» y lo suelta algunas noches en soledad, y a mí esta frase me transmite algo bonito, puro, saludable. Además que Bukowski siempre me ha parecido un escritor que tiene un fondo muy tierno y luminoso, a pesar de la crudeza que plasma en sus relatos y poemas.
          Pero aun así, muy interesante tu visión. Un abrazo y gracias por compartirla!

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