Una actitud que nos impide retomar el control de nuestra vida y nos mantiene como «hechizados» e inmóviles en una situación que no nos gusta es la siguiente:
La de ESPERAR que las cosas sucedan.
Es una conducta infantil que nos perjudica más de lo que solemos admitir
Porque de niños es natural y lógico esperar que llegue lo que necesitamos, creer en los milagros, en las hadas, esperar que papá y mamá resuelvan mis problemas porque yo no puedo (ese es el papel de los padres, claro está, cuidar de los hijos hasta que éstos puedan valerse por sí mismos).
Sin embargo de adultos, esta cosa de «esperar» no tiene sentido. Nuestra actitud debería ser otra muy distinta: la de buscar proactivamente eso que necesitamos y queremos.
En este artículo te propongo que retomes el control de tu vida y para eso un primer paso es evaluar hasta qué punto, y puede ser que lo hagas de forma inconsciente, te pones en ese rol del que «espera».
Vamos a ver 3 situaciones con más detalle.
¿Esperas que alguien «te salve»?
Cuando nos sentimos insatisfechos con lo que tenemos, también cuando atravesamos problemas que creemos insuperables, en nuestro fuero interno tal vez esperamos que alguien llegue «y nos salve».
Por ejemplo, el joven de 15 años tímido e inseguro con su aspecto, sueña con que un día la chica que le gusta, mágicamente, se le acerque y sepa ver la gran persona que hay debajo de esas inseguridades.
O la mujer de 35, amable, cariñosa, inteligente, pero un poco aburrida por su vida monótona y agotada por relaciones que no han acabado bien, sueña con que AL FIN un día aparezca el hombre que ponga la «chispa» a su realidad.
En un caso y en otro nos pasamos horas fantaseando con que otra persona vendrá y, con su amor y compañía, sacará nuestro brillo.
Yo me pasaba así las horas de adolescente, te lo aseguro, soñando con que un día me encontraría por casualidad con «el chico perfecto» y el quedaría hechizado por mí, y me hablaría, y me propondría salir.
Es tan, pero tan común esperar que alguien nos salve, en un sentido o en otro…
La fantasía suele tener un efecto reconfortante, yo diría que nos anestesia del dolor y de las dificultades, pero el problema es que mientras seguimos en esta espera la vida pasa… Y estas ensoñaciones tan dulces y esperanzadoras nos mantienen en la inacción.
Creer ingenuamente que, al igual que en las películas románticas, un día llegará alguien que no tendrá nada más importante que hacer que «salvarnos» nos impide ver esa verdad universal que dice:
El trabajo personal, aun con apoyo o la guía de un psicólogo o un coach, requiere voluntad individual.Somos cada uno de nosotros los que hemos decidir «dar el paso» y ninguna otra persona puede darlo por nosotros.
Es cierto que a veces la vida nos pone en el camino personas que actúan como un catalizador, pero en vez de esperarlas pasivamente ¿por qué no corres a buscarlas?
En resumen, si quieres superar una fobia, ser más organizado, tener una vida con más chispa, encontrar tu vocación o convertirte en un líder, tienes que hacerlo tú. Porque aunque lo hayas olvidado, tienes en tus manos la llave de tu propia «salvación».
¿Esperas que llegue una oportunidad?
Otra variante del esperar que llegue alguien y nos salve a nivel emocional es esperar que alguien nos «descubra» a nivel profesional.
No te imaginas lo mucho que también me reconozco en esto, sobre todo en mi época más reciente…
Durante mucho tiempo he estado persiguiendo un mentor, un maestro, un jefe que reconociera mis cualidades (en el campo del coaching y la escritura) y me ayudara a mejorarlas.
Al final, viendo que esta persona no aparecía, no me quedó otra que hacerme cargo de mí, crear mi proyecto y lanzarlo al mundo sin que otra persona me diera la palmadita en el hombro o me apoyara en mi proyecto emprendedor. ¡Y qué gran aprendizaje que haya sido así!
Conozco muchas personas con talento que, inconscientemente, están esperando que alguien les de una oportunidad. Que venga un cazatalentos, un cliente importante, un mentor y «les descubra».
Como digo, esta es una actitud pasiva (en el fondo) y que nos puede mantener estancados mucho tiempo.
¿Cuál sería la alternativa a esperar que llegue una oportunidad? Pues construir nosotros esa oportunidad.
Por ejemplo, si tienes un negocio no esperes que los clientes lleguen a ti o que una persona de más nivel te tutorice. Ofrécete como speaker, por ejemplo, en conferencias, programas de radio o talleres presenciales. O propón tú tus servicios a las personas u organizaciones a las que quieres enfocarte, incluso de manera gratuita si estás empezando (un artículo muy chulo que explica con detalle este proceso es este)
Si quieres conocer gente nueva, sé tú la primera persona en organizar un evento, acercarte a los demás, o al menos aparece en los lugares donde se reúnen muchas personas.
En definitiva, aunque es verdad que a veces oportunidades estupendas vienen a nuestro encuentro sin esperarlas, hay una cosa mejor y más madura que podemos hacer: crearlas.
Para ello muéstrate, sé visible y acércate tú a la gente que te interesa en vez de esperar su llamada.
¿Esperas que «llegue a tu vida» la ilusión, la paz o la alegría?
Finalmente, muchos esperamos que lleguen a nuestra vida las emociones que nos harían sentir mejor. Como si el entusiasmo, la paz interior, el optimismo o la confianza fueran entes que «están ahí», flotando por el aire, y nos fueran a caer encima por casualidad.
Todas emociones no están afuera, están dentro de nosotros y tenemos el poder de generarlas o «invocarlas» a través de nuestros actos.
Por eso, en vez de esperar a que «sucedan cosas» que te traigan alegría o tranquilidad, pon tu creatividad en juego y piensa qué hábitos y comportamiento generarían estas emociones.
Este es un cambio de mentalidad clave, en vez de pensar: ¿por qué no siento ilusión o gratitud por mi vida? la cuestión para pararse y reflexionar es la siguiente:
¿De qué maneras concretas, con qué hábitos, podría yo generar esas emociones en mi vida?
¿Qué actividades, qué personas, qué pequeños hábitos, puedo hacer para sentir un ligero incremento de entusiasmo en mi día a día? ¿Qué tipo de acciones, de reuniones, de rituales me podrían ayudar a sentir un poco más de gratitud? ¿Haciendo qué podría mejorar un 10% mi relación de pareja para que ambos nos sintamos más acompañados?
Aquí la clave es no esperar grandes cambios de un día para otro, sino comprometernos con pequeñas acciones que den lugar a pequeños cambios que, con el tiempo se vuelven acumulativos (porque pretender lo contrario, que haciendo algo nuevo al día tus emociones van a cambiar radicalmente, es poco realista y lleva a la frustración).
Pero de verdad, te puedo asegurar que tenemos un poder mayor del que imaginamos para generar estas emociones positivas, en pequeños grados, en nuestro día a día.
Conclusiones
En este punto quiero que evalúes con sinceridad si hay algún aspecto de tu vida en el que estás «esperando».
Esperando que suceda algo o que alguien haga algo.
Esperando que la vida te traiga una oportunidad.
Esperando que tus sentimientos cambien.
Esperando a que otra persona lidere un cambio en una relación.
Ahora la cuestión es: ¿y si dejas de esperar y tomas la iniciativa?
¿Y si adoptas un rol más activo en la construcción de tu propia felicidad?
Si llevas años anhelando que venga una persona maravillosa a tu vida, o que aparezca una oportunidad profesional, o levantarte con más ilusión por las mañanas, levántate de la silla y ve en busca de esta persona, oportunidad o emoción.
Construye esa vida que sueñas poquito a poco, peldaño a peldaño, en vez de esperar a que las cosas cambien por arte de magia.
Y sí, es posible, tú tienes el poder de hacer esto realidad.
Basta con que te des cuenta de que dispones de ese poder y lo ejercites.
¡A por ello!
Sobre mí, la autora de este texto
Mi nombre es Amparo Millán y soy escritora y coach personal desde el año 2014. Actualmente vivo en Ciudad Real, España, con mi marido y mi hijo de 4 años.
Me dedico a ayudar a las personas a superar sus miedos e inseguridades y conectar con su propósito vital a través de un proceso profundo de autoconocimiento. Utilizo tres herramientas en mi trabajo: el coaching, la metodología de la Biografía Humana creada por Laura Gutman y el uso del tarot terapéutico.
Además de este blog y de mi newsletter, suelo publicar en mi perfil de Instagram con frecuencia. Aquí puedes ver mis posts de Instagram y seguirme.
Si quieres información sobre mis programas y servicios, escríbeme a info@puedoayudarte.es y hablamos.
Te doy la bienvenida a esta página y espero que disfrutes de tu travesía por este espacio, hay muchos artículos para explorar. 🙂
9 Comentarios
Hola! Espero que la bebé se encuentre muy bien.
Muy instructivos e interesantes tus escritos, los encuentro super útiles.
Siempre los espero.
Felices y bonitas Fiestas Navideñas.
Cariños
Hola cómo estás? Tengo una hija de 8 años del cual sufrí psicosis post parto, Actualmente tengo un embarazo de 6 meses de mellizas que hoy descubrimos junto a mi actual pareja que son dos nenas y estamos muy felices! Quiero decirte que no sabes lo que agradezco cada articulo que me envias, me hace muy pero muy bien leerte me siento muy identificada en cada uno de tus mails y me ayudan a mejorar cada día y dar lo mejor de mi en todo lo que hago. Yo me suscribí porque soy psicóloga social, estimuladora temprana y aunque me encanta lo que estudié hace dos años busco trabajo y no logro encontrarlo y eso me hace sentir frustrada pero sigo con esperanzas de que en algún momento lo voy a lograr, mientras tanto sigo leyendo libros y artículos de desarrollo personal que es lo que me encanta y disfruto muchisimo y en parte lo que me ha quitado de muchas depresiones y trabajandome internamente Para seguir creciendo de una manera sana y feliz! Te agradezco de corazón porque tus artículos son bellísimos y me encanta leerlos, saludos y que tengas una buena vida!
Querida María Celeste,
Celebro que mis emails y mis artículos te estén ayudando tanto!
Eso sí, te prevengo también que leer sobre desarrollo personal es muy bueno pero, como todo en la vida, hay que hacerlo con mesura pues he visto en consulta que mucha gente de tanto leer acaba confundida y sobrecargada con tanta información. A veces más que buscar afuera las respuestas y leer, conviene más pararse en silencio ante uno mismo y ver qué pensamos, qué sentimos e intentar buscarle un sentido.
Un abrazo grande y muchas gracias por tan bonito comentario!
Me voy a animar a hacer el curso porque estoy en ese momento en el que siento que estoy llegando a la meta y justo ahora, me falta claridad y decisión, entiendo que motivado por el sobreesfuerzo, así que intuyo me vendrá genial, además ajustadísimo de precio, que enero viene con su cuesta! Nos vemos en el curso Amparo, una vez más. Todos me han dado un plus q espero conseguir. A seguir así!!!!
Este artículo me ha encantado, gracias y felicidades amparo por ayudarnos con estos artículos que siempre publicas llenos de motivación y energía!
Me alegro mucho que te haya gustado Dalkis y muchas gracias por ese mensaje lleno de entusiasmo! 🙂 Un abrazo
Corrijo, Amparo*
Pingback: Lo que más te limita a la hora de alcanzar tu vocación (o tus deseos en general) – bettyelane.com
Pingback: La actitud que envenena nuestra vida: el derrotismo – Bettyelane