Si alguien con un problema, de cualquier tipo, me dijera «recomiéndame una cosa, una sola cosa, que pueda a empezar a hacer desde hoy mismo para mejorar mi situación» tengo muy claro cuál sería mi consejo.

A ver, que se me entienda, no hay una sola acción que vaya a «fulminar» todos nuestros problemas. La vida de cada persona es compleja. Está formada por un entramado único de decisiones, conflictos, comportamientos, hechos y particularidades psicológicas. Cada persona tiene que descubrir qué resortes, exteriores e interiores, tiene que tocar para conducir su vida hacia un estado más saludable.

Por eso no hay un camino único de desarrollo personal ni una guía «en 10 sencillos pasos» que garantice a todo el mundo la felicidad. Cada cual tiene que averiguar qué cosas necesita cambiar y de qué manera.

Sin embargo… a pesar de nuestras particularidades, de lo diferentes que son nuestros problemas (unos con la autoestima, otros con el dinero, algunos con la falta de energía y ambición, etc.) hay una acción que le viene bien a todo el mundo. Que siempre trae bienestar, sea cual sea el objetivo que busquemos. Y que, además, se puede empezar a realizar en cualquier momento.

Esa acción que yo recomiendo a cualquier persona, y de hecho la repito mucho a clientes y participantes en mis cursos es…

¿Te lo digo ya? 😉

Venga, ahí va:

Hablarse bien.

 

Una recomendación para mejorar la salud emocional: mejorar el diálogo interno
¡Pinéalo!

 

La clave: tratarse bien a uno mismo

Casi siempre nuestro peor juez, nuestro verdugo más cruel y el mayor saboteador está dentro de nosotros.

Cuesta mucho avanzar en la vida con un enemigo oculto. Cuesta mucho sentirse bien cuando nuestra mente murmura palabras hirientes todo el tiempo. Algunos estamos tan acostumbrados a la acción de este saboteador interno, que ya ni notamos que está ahí, pero sus ataques se manifiestan en nuestra vida como cansancio extremo, infelicidad, envidia, insatisfacción permanente o maltrato hacia otros.

De unos años a esta parte, he sido consciente de lo necesario que es tratarse bien a uno mismo. Es más, yo diría que es un DEBER, porque cuando nos tratamos bien, sacamos lo mejor de nosotros y, con ello, mejoramos el mundo.

Hoy quiero ser un poquito más específica, porque por debajo del trato que nos prodigamos está el cómo nos hablamos.

Ya que el diálogo interno, que es prácticamente incesante, es la fuente de nuestras emociones y comportamientos.

¿Alguna vez has observado cómo te hablas? ¿Lo haces con cariño o con desprecio? ¿Cómo te diriges a ti mism@? ¿Y cómo te refieres a tus tareas, como obligaciones que te toca hacer o como acciones voluntariamente elegidas, aunque cuesten?

La pregunta general sería:

¿Tu mente es una aliada, comprensiva y firme, o es una enemiga de la que intentas huir? 

 

Cambiar el diálogo interno despectivo

No puedes imaginar la influencia negativa sobre tu autoestima y tu vida de un lenguaje feroz, despiadado y exigente. Si no empiezas a poner atención a cómo te hablas, puedes leer muchos libros de autoayuda, hacer muchas terapias o conseguir muchos logros externos, que nunca alcanzarás un estado de paz y dicha.

Por tu bien y el bien de los que te rodean, es hora de que se vaya disipando de tu cabeza la forma dañina y despectiva de hablarte. Creo que esta palabra, «disipar», ilustra bien el proceso, porque cambiar el diálogo interior no es algo que ocurre de un día para otro. Es un proceso de AÑOS que implica la disolución de una vieja manera de pensar, profundamente enraizada en tu psique, por otra forma de diálogo más amable y objetiva.

 

En términos prácticos, hablarse bien a uno mismo sería lo siguiente:

– Reconocernos lo que hacemos bien

– Utilizar un tono positivo y animoso al planificar nuestras metas

– Detener, POR COMPLETO, el caudal de cinismo e insultos cuando se originen, con un «no me merezco esto». Nadie se merece insultos repetidos. Tampoco nosotros.

– Tranquilizarnos con palabras como «vale… tranquil@… espera… respira…» e incluso cogernos la mano, antes una crisis emocional intensa.

Cambiar la excusas tipo «no puedo, no sé, no tengo tiempo» a preguntas, para no caer en la indefensión o la impotencia.

– En vez de culparnos por no haber actuado bien en el pasado, estimularnos para ver de qué manera podemos reparar los errores cometidos (siempre hay una manera de reparar, siempre)

– Negociar nuestra lista de tareas cuando estemos muy cansados (no es cuestión de decirnos: «vale, estás cansad@, no hagas nada» sino evaluar: «a ver, ¿y qué si puedes hacer? ¿y si haces un tercio de lo que te propusiste?»)

– No caer en victimismos y recordarnos que tenemos un poder interior listo para usar

– Ser comprensivos con nuestros miedos y nuestros errores. De la misma forma en que seríamos compasivos, amables  y tiernos ante una amiga que viene a pedirnos calorcito humano.

– Regocijarnos interiormente por nuestra alegría y nuestros éxitos. Una celebración también sucede con palabras.

 

Seguro que se te ocurren más maneras de construir un diálogo interno positivo. Tendrás que ir probando y experimentando por tu cuenta, porque este es un trabajito que nadie puede hacer por ti. Y es importante que esto lo tengas en cuenta. Eres tú y sólo tú el/la responsable de poner orden, atención y amor en tus pensamientos. Con mucha paciencia y siendo perseverante en observar cuándo te hablas mal y cómo podrías hablarte mejor.

Como digo, llevará mucho tiempo disolver por completo el diálogo interior dañino, pero lo bueno es que desde el primer día se notan los buenos resultados.

Hablarte bien es un acto revolucionario. Te lo garantizo. Empecemos hoy mismo, ahora, todos juntos, desde ya, con esta revolución interior.

 


Créditos de la imagen: 1) Wishing de Victoria Nevland via Flickr Creative Commons

2) 351 de Victoria Nevland via Flickr Creative Commons

 

Amparo María Millán Ocaña te informa que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por mí como responsable de esta web. Finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales: gestionar el alta a esta suscripción y remitir boletines periódicos con información y oferta prospectiva de productos o servicios propios y de terceros afiliados.  Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios:  Mailchimp. Ver política de privacidad de Mailchimp.  Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en info@puedoayudarte.es. Puedes encontar más información sobre Protección de Datos en mi página web, así como consultar mi política de privacidad.

¿Te gustó este artículo?

Recibe los siguientes en tu correo

19 Comentarios

  1. Excelente, lo sencillo no es sinónimo de inútil. creo que hemos complejizado casi todas las esferas de nuestra vida. y con detalles, asuntos cotidianos revisados y analizados a profundidad podemos contribuir con este hogar, nuestro planeta.

    gracias, y animo que en el otro lado del mundo, donde en este momento es invierno estamos luchando también por un mundo mejor.

    • Amparo Millán Responde

      Estoy de acuerdo contigo, Francisco, en que no hay que hacer cosas muy complicadas para sentirnos mejor, sino más bien una muy sencilla, como esta (hablarnos bien) pero día tras día con mucha perseverancia.

      Me gusta ver cómo gente de todos los lados del mundo ponemos nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor. Y eso sólo se consigue cuando nos mejoramos a nosotros mismos. No hay que cambiar el mundo, hay que cambiarnos a nosotros. Gracias por tus palabras y un abrazo amigo!

    • Mari Ángeles Responde

      Me ha encantado el artículo querida amiga, me encantaría leer más posts de este tipo. La verdad es que yo siempre he sido muy crítica conmigo misma y no me he tratado demasiado bien, quizás porque me viene de pequeña, que siempre me han descalificado en todo lo que hacía, es decir, no me he sentido querida durante mi infancia y adolescencia. Quisiera cambiar mi actitud, pero me es un poco difícil sinceramente, es como que ya está demasiado arraigado en mí. Te mando un besazo y seguiré leyéndote.

      • Amparo Millán Responde

        Querida Mari Ángeles,
        Sin duda nuestro autodesprecio viene de la infancia, pero sin ninguna duda.
        No obstante, si pones conciencia y empiezas a modificar hoy mismo tu diálogo interno puedes hacer grandes progresos de aquí a unos meses. Este trabajo NO LO PUEDE HACER NADIE POR TI, sólo tú misma tienes dominio sobre tu cabeza y actitudes.
        Recibe un abrazo y me alegro mucho que te guste mi blog

  2. francisco Obando Responde

    Excelente, lo cotidiano, lo que podemos hacer todos los dias, sin muchas complicaciones, quizas con ayuda sabia.

    Gracias

    • Hola. Si ser buenos es de sabios , desde el interior, una buena reflexión y confiar en uno mismo

      • Amparo Millán Responde

        Gracias Abel, me alegro que te gustara esta reflexion.

  3. Asombro tu mensaje me ayudo a pensar lo quiero para mi a reinventar mi vida ser lo mejor

    • Amparo Millán Responde

      Gracias Constanza, me alegra que este artículo te ayudara a pensar y reinventarte! 😀

  4. Yuliana morillo Responde

    Excelente mensaje que me deje reflexionando y tomar en cuenta como nos tratamos a veces, gracias por estos tip que nos da quiero recibir mas post como estos.😊

    • Amparo Millán Responde

      Sí Yuliana, a veces nos tratamos con una dureza extrema y es necesario VER ESTO CON CLARIDAD para poder cambiarlo.
      Si quieres recibir más artículos como estos en tu correo, además de mi eBook «qué hacer si quieres cambiar pero no saber por dónde empezar» suscríbete a mi club de los sábados, es GRATIS y te puedes dar de baja cuando quieras. –> ÚNETE AQUÍ

      P.D. (Si no te funciona el formulario de acceso al club, que a veces ha pasado, escríbeme a info@puedoayudarte.es y yo te inscribo manualmente, un abrazo! 🙂

  5. Excelente articulo!!
    Es muy sabido, pero a mi se me hizo habito el maltratarme como «burra», «tonta» .
    Desde hoy hare la diferencia
    Muchas gracias

    • Amparo Millán Responde

      Qué duro Linda que durante AÑOS te hayas tratado como «tonta» y como «burra»… Qué difícil es la vida así… Me alegra mucho que este artículo te haya invitado a cambiar ese comportamiento nefasto de ahora en adelante. No te digas esas cosas durísimas nunca más, no sirve de nada. Un abrazo fuerte.

  6. Muchas gracias bella Amparo!! Por contestarme me sirven de mucho!!!
    Seguire tus consejos!!
    😀

  7. ME ENCANTO! ESTOY EN UNA ETAPA DE CAMBIOS Y DE SANACIÓN. FELIZ DE ENCONTRAR TU BLOG. SALUDOS

  8. Amparo que buen articulo no me llego al alma, te juro que me llego al espiritu y me hizo derramar tambien alguna lagrima, es una fuerte verdad lo que nos compartiste, y en mi caso fue un sacudon, esta visto que somos la gran mayoria que hacemos esto equivocadamente, pero ademas me sirvio para verme como un tercero y aprender a no ser tan dura y rigida y tambien ver que no esta mal equivocarse, que no lo hacemos adrede venimos para aprender y hay que equivocarse y no retarse para aprender. Te mando un gran abrazo y mil gracias como siempre. Luly

  9. Pingback: ¿Te criticas demasiado? Tres claves para dejar de hacerlo – bettyelane.com

Escribe un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.