Hay 4 preguntas que son muy útiles en una situación de conflicto o simplemente cuando necesitas conocer más sobre ti mismo o lo que te sucede.
La primera de ellas es la siguiente:
¿Qué necesito?
Me parece que es una pregunta más profunda que la típica de «¿qué quiero?» o «¿qué deseo?», que solemos responder con más superficialidad: quiero más dinero, quiero vacaciones, quiero un vestido nuevo, quiero un novio guapo y rico.
La pregunta qué necesito nos conecta con nuestro interior y con esas necesidades profundas que a veces no satisfacemos porque estamos más pendientes de las cosas externas. No me extiendo mucho sobre ella porque la desarrollo en este artículo.
La segunda pregunta que nos ayuda a entender mejor una situación complicada es la siguiente:
¿Por qué?
Casi todos nos centramos prioritariamente en la solución a un problema. En pensar: vale, me pasa esto ¿cómo lo resuelvo? ¿qué hago? ¿dónde busco la solución?
Y en realidad parte de esa «solución» se encuentra en tomar conciencia del problema y entender cómo se originó. Por tanto, antes de pensar en cómo puedes encontrar pareja, estaría bien hacerte la pregunta: ¿y por qué no encuentro pareja, qué me lo impide?
O antes de determinar estrategias concretas para vivir con menos estrés o ser más paciente con tus hijos pequeños, podrías parar y preguntarte: ¿por qué me estreso? ¿y por qué me cuesta tanto ser paciente, cuál es el motivo y cuándo se originó?
La tercera pregunta que nos hace ampliar la perspectiva en una situación de conflicto es:
¿Qué o quién me puede ayudar?
Hay una carta que sale con cierta frecuencia en las sesiones de tarot terapéutico y es el 6 de oros del tarot mítico. La imagen es bastante representativa de lo que significa: la ayuda en términos materiales, la generosidad, la acción de pedir con humildad a quien puede ayudarnos.
Siempre que sale esta carta yo pregunto al consultante si conoce a alguien que podría ayudarle en su situación, con una idea, dinero, contactos, un consejo… y la respuesta siempre empieza por: «pues mira, ahora que lo preguntas… sí, podría recurrir a tal persona».
Muchas veces nos olvidamos que las personas no hemos nacido para ser independientes. Hemos nacido para ser interdependientes: ayudarnos, dar, recibir, interactuar. Esta ayuda puede ser altruista (un amigo nos presta dinero, deja nuestro CV en su puesto de trabajo o nos da un valioso consejo) o implicar una transacción económica (pago a alguien para que me ayude con algo que necesito).
En cualquier caso, pensar en qué o quién me puede ayudar nos saca de esa situación angustiante de bloqueo en la que pensamos que no tenemos salida. Sí, sí que la hay, y otra persona puede tener la respuesta.
Por último, otra pregunta muy útil para ampliar nuestra perspectiva y hacernos más sabios en la vida es esta:
¿Cuál es el sentido de esta situación que estoy viviendo? ¿Qué puedo aprender de ello?
Nadie se puede librar de los dolores de la vida y las malas experiencias. Por ello, ya que nos ocurren y son inevitables podemos elegir aprender de ellas.
¿Qué te enseñó esa crisis tan terrible que atravesaste hace años? ¿Qué debilidades reveló de ti, que podrías esforzarte en superar? ¿Qué errores intentarás no volver a repetir? ¿Y qué recursos personales, o personas, te demostraron que eres más fuerte y capaz de lo que pareces?
Buscar el sentido de nuestras experiencias negativas nos ayuda a crecer y, sobre todo, a tomar decisiones más saludables en el futuro.
Hasta aquí el artículo de hoy. Espero que estas 4 preguntas te hayan parecido profundas, interesantes y sobre todo, que te animes a bucear en ellas para ampliar tu perspectiva de la vida.
Recuerda que puedes escuchar una versión completa en audio aquí –> AUDIO: 4 preguntas para ampliar tu perspectiva en una situación de conflicto.
4 Comentarios
Muy buena y útil la orientación de tus artículos. Gracias por compartir
Me parecen de gran ayuda Gracias por brindarnos tu trabajo y tu tiempo
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