Artículo actualizado en febrero de 2025.

Cuanto más profundizo en temas de productividad, negocios y desarrollo personal, más me reafirmo en lo siguiente: la habilidad o actitud más importante de todas es la constancia.

Sin esta capacidad de perseverar y resistir más allá de las dificultades cualquier talento, contactos, suerte o pasión momentánea es INSUFICIENTE.

Los negocios que prosperan son aquéllos en los que sus dueños están ahí «dando el callo» desde hace muchos años. Yo, que llevo leyendo blogs vorazmente desde 2011, veo cómo quienes se han mantenido a lo largo de estos años (por poner unos ejemplos: Angel Alegre de Vivir al Máximo, Alena KhLucía BeMamá Quiero Ser Blogger) lo han hecho por su constancia a la hora de publicar y mantenerse. No (sólo) porque hayan tenido un golpe de suerte, sean buenas escritoras o hayan seguido buenas estrategias.

De la misma forma, no siempre los más inteligentes y talentosos son los que más avanzan en los estudios o en la vida profesional. Seguro que conoces a alguna persona «brillante» intelectualmente, que en el instituto apenas tenía que estudiar para sacar notazas (¿tal vez tú eras una de estas personas?) que quizás no han llegado tan lejos como prometían sus capacidades.

Y es que los que prosperan, nos guste o no, son los que saben trabajar y construir sus sueños como una hormiguita, poquito a poco, pero todos los días, resistiendo el tedio, las dificultades e inconvenientes que siempre llegan en la vida.

Los que no abandonan sus metas, vaya, y siempre encuentran un motivo para continuar.

(Fíjate, por cierto, que en la frase anterior escribí la palabra «saben», «los que SABEN trabajar y construir sus sueños…«, en un momento volveré a esta idea)

En el desarrollo emocional pasa algo similar: si uno quiere cambiar su actitud, que es la cosa más importante que existe (por ejemplo, dejar de criticarse, o bajar la autoexigencia) necesita perseverar. La mentalidad y los hábitos negativos que hemos construido durante DÉCADAS no se pueden modificar de un día para otro, ¡ojalá fuera tan sencillo!

Si quieres llevar una vida plena, realiza con asiduidad las acciones que te traen bienestar y te liberan de tus lastres internos. Como dice esta frase divertida de Zig Ziglar: «La gente dice que la motivación no dura. ¡Pues claro! Tampoco dura un baño, por eso lo hacemos todos los días.»

En definitiva… la constancia es una virtud imprescindible para conseguir nuestras metas, ya sean éstas externas y tangibles, como hacer crecer un negocio, ya sean metas internas como mejorar nuestra autoestima o la relación con nuestros seres queridos.

Lo que pasa es que aquí… Hay un problema.

Muchas personas se sienten desordenadas e inconstantes.

Es más, se DEFINEN con afirmaciones del tipo «yo no puedo ser constante, empiezo un proyecto nuevo con mucha motivación pero lo abandono a los pocos días».

En mi opinión, ser constante no es difícil. A veces lo que falla es el método, no nosotros. Es decir, que no hemos creado las condiciones para que podamos perseverar en el camino hacia nuestros sueños.

Por ello, a continuación te voy a desgranar cuál es la mentalidad falsa que te está llevando a ese bucle de abandonar tus metas a la mitad, y también te voy a dar EL truco para ser más constante.

¿Tienes ganas de leerlo? Va, abre bien los oídos, vamos a ello:

Cómo ser constante y no abandonar el camino hacia tus metas, a través de cambiar tu mentalidad
¡Pinéalo!

 

Si quieres, PUEDES ser más constante. La constancia se entrena

Cuando hablo con mucha gente sobre la necesidad de ser más perseverantes y organizados no es raro que me digan:

«Sí, eso está muy bien pero yo no puedo. Soy perezos@, inconstante y desorganizad@ por naturaleza«.

Reconozco que escuchar esto me da ganas que gritar…

¿¡Pero cómo que no puedes ser más constante!? ¿Por qué no? ¿En qué parte de tus genes, de tu mente o de tu futuro está escrito eso?  ¿Cómo va a ser posible que no puedas mejorar en algo, en lo que sea?

La verdad, hemos escuchado durante tantos años tantas mentiras sobre nosotros (porque siempre hay alguien que dice eso de «eres vago/a» o «no sabes organizarte» por primera vez) que nos las acabamos creyendo.

Y resulta que nos convertimos en adultos con un montón de ideas falsas sobre nosotros mismos… Seguimos perpetuando, por inercia la opinión subjetiva que una persona tenía de nosotros hace años. Y esta opinión subjetiva podía derivar en muchas etiquetas, como «eres inconstante», «no eres inteligente», «tienes demasiado carácter», «nunca llegarás a nada», o «lo tuyo no son… las matemáticas/la escritura/los negocios».

Así que lo primero que te quiero decir en este punto es lo siguiente:

No dejes que el juicio negativo que una persona hizo sobre ti, en un momento dado, modele toda tu vida y te aleje de conseguir tus propósitos.

Y sobre todo: no dejes que esta opinión subjetiva de hace décadas te limite a qué no puedes ser.

Las personas tenemos una impresionante capacidad para cambiar y evolucionar. En todos los aspectos. Puedes aprender a hablar inglés de manera fluida incluso si en el colegio se te daba fatal, puedes aprender a ser sociable incluso te definieron como unan persona tímida e insegura.

A día de hoy, si algo es importante para ti, si quieres y te apetece, puedes cambiarlo. Porque aquí va la idea clave que te quiero transmitir con este artículo:

Cualquier capacidad, habilidad o cualidad, cualquiera, se puede entrenar y mejorar.

 

La forma de hablar, la asertividad, la capacidad de organizarnos, las habilidades deportivas, lo que sea. No estoy diciendo que cualquiera puede ser un genio en cualquier materia, pero lo que es una verdad irrefutable es que podemos mejorar en cualquier ámbito. Si a ti te cuesta muchísimo bailar, quizás no llegues a ganar un concurso de baile, pero si vas a clases de salsa dos veces a la semana, al cabo de un año bailarás de una manera más que aceptable, incluso si partes de un nivel cero.

Volviendo al tema de este artículo: si quieres ser más constante y organizarte mejor (incluso si hasta ahora has sido un desastre, por falta de práctica o porque no lo necesitabas) lo primero que tienes que hacer es sacar de tu cabeza esa idea de «Yo no puedo» y sencillamente ponerte a entrenar esta facultad.

La constancia se aprende.

La constancia se entrena.

La capacidad de no abandonar una meta, o de retomarla sin culpa tiempo después es esto, una capacidad que se adquiere por HÁBITO,  a fuerza de practicar una y otra vez.

¿Crees que esto es muy difícil? Te aseguro que no. Porque con constancia no estamos hablando de sacrificio o de trabajo duro, sino simplemente de una acción repetida en el tiempo, que te aconsejo que sea fácil al principio.

Vamos a ver con más detalle este punto:

 

La constancia no tiene que ver con el trabajo duro

A veces se confunde ser constante con trabajar duro y por eso nos resistimos tanto a avanzar en nuestros objetivos.

Nos imaginamos que los deportistas de élite, los ejecutivos que trabajan 60 horas semanales o la personas híper-organizadas que tienen un horario dividido en franjas de 10 minutos son los únicos ejemplos de constancia, y esto nos desmoraliza, claro está. Muchos de nosotros no estamos dispuestos a vivir una vida de sacrificio y esfuerzo desmedido para conseguir nuestras metas (yo la primera).

Pero aquí te traigo una buena noticia: Ser constante y trabajar duro son dos cosas diferentes. Se puede ser lo primero y no lo segundo.

Es constante quien mantiene en el tiempo una actitud o comportamiento, tanto si lo hace durante 5 minutos como si lo hace 5 horas.

Piénsalo un momento: es igual de perseverante el que camina 10 minutos todos los días que el que camina 3 horas diarias. Lo que marca el ser constante no es la intensidad del esfuerzo, o el tiempo aplicado, sino la frecuencia, la periodicidad.

 

Por ello, si te propones repetir algo todos los días, o x veces a la semana, ya estás siendo constante, independientemente del tiempo o esfuerzo que le pongas.

 

Este es el «gran truco» del que te hablaba antes para entrenar tu perseverancia: ponerte un objetivo pequeño, confortable para ti, especialmente al principio.

Y luego, ponerte recordatorios (en el móvil, en post-it que cuelgues en sitios clave de tu casa, pidiendo a otra persona que te recuerde tu compromiso) para poder mantener este ritmo todos los días.

¿Y si en algún momento no puedes cumplir con tu plan? Pues la clave es no venirse abajo y entender en cualquier entrenamiento hay días en que las cosas fallan o no salen bien. La capacidad amiga de la constancia es la de retomar nuestras metas en el punto en que las hemos dejado, sin vergüenza y culpabilidad.

En resumen: el sacrificio está sobrevalorado y además no es la clave del éxito, por mucho que lo repitan diversas personas cuando les preguntan la clave de haber llegado tan lejos.

La verdadera receta mágica del éxito es la constancia.

Y… buena noticia, ¡la podemos entrenar, practicar, poco a poco y de manera fácil!

 

consistencia

 

Lo difícil no es ser constante, sino no serlo

Por último, quiero dejarte con una idea que te puede hacer salir del sillón de la comodidad y proponerte, esta vez en serio, ser perseverante en el camino hacia tus metas.

La idea es la siguiente: la constancia y la organización no sólo nos facilitan la vida, sino que no tener ambas cualidades nos causa muchos, pero muchos problemas.

Esto lo digo porque a veces se piensa: «Ay, cambiar es muy difícil, prefiero quedarme como estoy» cuando es totalmente al revés.

¡Lo difícil es no cambiar!

Lo difícil y doloroso es fracasar en proyectos vitales (una pareja, un negocio, ahorrar, organizar nuestro tiempo) por no ser constantes.

Mira tu propio caso, con amor y compasión. ¿No te ha causado un gran sufrimiento el no perseverar en aquello que te importa? ¿No sientes un pinchazo en el corazón cada vez que abandonas un proyecto importante, simplemente por pereza o desorganización?

Vivir en un estado de caos, empezando cosas y dejándolas a medias, renunciando a crecer y a conseguir grandes cosas… eso sí es complicado, ¡mucho más que entrenar la constancia!

Te propongo ver esto con total claridad, para que la próxima vez que tengas tentación de abandonar, o pienses que entrenar tu constancia no es importante, o te dejes llevar por la pereza, veas lo mucho que estás perdiendo.

Que es más difícil no ser constante que serlo.

Y que no te mereces vivir con dolor y con sensación de fracaso. Y para ello, tienes que tomarte tus metas en serio.

 

Resumiendo

En este artículo hemos hablado de cómo una mentalidad y unos hábitos inadecuados pueden estar obstruyendo tu capacidad de ser constante.

Te recomiendo que apliques todas o alguna de las siguientes recomendaciones.

  1. Por favor, recuerda lo que decíamos antes: cualquier capacidad, cualquiera, se puede entrenar. La constancia y la capacidad de retomar un proyecto, son ejemplos de ello. Si una voz interna te dice que «no puedes ser constante» (o cualquier otra cosa) DESECHA ESA IDEA. Claro que puedes.
  2. Si asocias constancia con trabajo duro y por eso la rehuyes, plantéate que ser constante es sólo repetir algo muy pequeño cada día, tan pequeño como sea posible y confortable para ti.
  3. Entrenar tu constancia es tan simple como lo siguiente: elige una acción diaria o semanal que no te suponga demasiado esfuerzo y adhiérete a ella. Para que no se te olvide, márcate algún tipo de recordatorio o haz un seguimiento (la típica de poner una X en un calendario, vale).
  4. ¿Qué pasa si un día se te olvida? ¿Y si una semana te puede la pereza o el agotamiento y no puedes ser fiel a tu plan? No importa, retómalo cuando puedas, lo antes posible, sin culpa y con alegría. Vencer esta idea limitante que dice «tiene que ser perfecto o mejor no lo hagas» también es entrenar tu constancia.
  5. Por último, si crees que organizarte y ser constante es difícil, mira cuántos problemas te está causando el no serlo. ¿No te empuja esta idea a tomar acción y salir de la desorganización y la parálisis?

 

«Sin prisa, pero sin descanso» que decía Goethe o «sin prisa, pero sin pausa» como decimos en lenguaje coloquial: eso es la perseverancia. Avanzar poquito a poco, confortablemente, disfrutando del camino.

¡Salud y constancia, viajer@!

 


Créditos de la imagen destacada: Stencil

Amparo María Millán Ocaña te informa que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por mí como responsable de esta web. Finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales: gestionar el alta a esta suscripción y remitir boletines periódicos con información y oferta prospectiva de productos o servicios propios y de terceros afiliados.  Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios:  Mailchimp. Ver política de privacidad de Mailchimp.  Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en info@puedoayudarte.es. Puedes encontar más información sobre Protección de Datos en mi página web, así como consultar mi política de privacidad.

¿Te gustó este artículo?

Recibe los siguientes en tu correo

Aprende a pensar, hablarte, trabajar y vivir por fuera del patrón de autoexigencia 👇

El trabajo personal que te recomiendo hacer este verano: mi masterclass "Decir adiós a la autoexigencia"

22 Comentarios

  1. Buenos días Amparo,

    ¡Cuánta razón tienes!
    Yo también pienso que es mejor ser «hormiguita» en nuestra acciones .
    Cada día dedicarle un tiempo a aquello que nos hemos propuesto para mi es la clave.

    En mi caso, cuando empecé con la práctica de la meditación, no veía los beneficios por ningún lado.
    Leía que te aportaba grandes mejorías al practicarla, pero a mi no me funcionaba.

    Y era porque meditaba un día sí y otros no.
    No era constante en la práctica.

    Hasta que tomé la decisión de meditar todos los días sin excepción un ratito y empecé a sentir los beneficios.
    Con constancia y perseverancia he logrado que la meditación forme parte de mi vida.

    Y esto me ha ayudado a estar en el presente y a ser más constante en otras facetas de mi vida.

    Gracias por tus Post, Amparo.
    Te sigo desde hace poco y es un gusto leerte
    Un abrazo

    • Amparo Millán Responde

      Hola Marta!
      ¡Qué buen ejemplo el de la meditación! Como bien dices, no se trata de hacer cotidianamente algo muy duro y difícil sino tan sólo… sacar un pequeño ratito pero todos los días.
      La constancia puede ser lo más fácil del mundo…
      Por cierto, me ha encantado tu página y tu vida. Qué envidia vivir en Ibiza ;-P
      Un abrazo!

  2. Buenos días, la vedad que estoy totalmente de acuerdo, la constancia y perseverancia hacen llegar más lejos que los atracones de última hora y hacen que disfrutes del camino, porque no todo es alcanzar una meta u obtener un resultado, es la parte más bonita y motivante porque nos marcamos nuestro propio ritmo y además regulamos óptimamente nuestro reloj biológico. No hay nada más especial que demostrarte a ti mismo que puedes. Positivismo, constancia y feliz carnaval o descanso a todos.

    • Amparo Millán Responde

      Es así Anto, la constancia no sólo sirve para avanzar sino que nos ancla al presente y nos hace disfrutar del camino. Si estamos siempre mirando la meta y nos olvidamos de los pequeños avances y logros se nos va la vida y no la aprovechamos… Gracias por comentar, un abrazo!

    • Hola Amparo¡ Soy muy afortunada ya que cada articulo que leo tuyo, me hace click de una u otra forma…. Como decimos en Mexico ..Despacio que voy de prisa ( bueno primero lo dijo Napoleon)..Por primera vez en mucho tiempo, siento que camino con conciencia a mi ritmo , el ser constante no importa que pase a mi alrededor ( por ejmplo en revisar nuevamente tus articulos) me da certeza , disfrute y felicidad ya que se que AHI
      VOY.. Y BIEN..

      SALUDOS

  3. Hola de nuevo Amparo!!! Feliz sábado y feliz carnaval… A mi nunca me ha gustado mi nombre, me ha traído muchos sinsabores en mi edad escolar… Creo que mis padres me deberían haber colocado «Inconstancia», refleja mucho más nítidamente mi personalidad… Pero lo admito, me pongo metas inalcanzables y así me descorazono fácilmente. Estoy trabajando la calma y pequeños pasos, con metas asequibles y reales que me refuercen la autoconfianza… Gracias por estas conversaciones del sábado, no imaginas la alegría que es leerte… Un abrazo cariñoso!!

    • Amparo Millán Responde

      Hola Ramona,
      Comentas que tu personalidad es «de inconstante» y siempre lo ha sido. Pero eso no es así. Mira, si bien es cierto que hay personas que de forma natural parecen tener más tesón que otras, todos nosotros, TODOS, podemos entrenar nuestra constancia. El primer paso precisamente es salirnos de ese discurso de «soy inconstante por naturaleza». No lo eres. De hecho, has comentado que estás trabajando la calma y los pequeños pasos, eso ya es un buen avance. El siguiente es creerte que puedes ser tan perseverante y organizada como necesites. Ánimo y un abrazo!

  4. Hola! Llegue a tu blog por pinterest y leí un par de artículos. Decidí escribirte porque me llego mucho este artículo y me ha inspirado un montón, te agradezco mucho por eso y por plantear un tema que como dices, pareciera mucho más difícil de lo que es y eso se debe a esas creencias ridículas que tenemos radicadas en nosotros mismos. Gracias por cambiar el enfoque y compartirlo.

    • Amparo Millán Responde

      Hola Marcela,
      Me alegro que Pinterest te trajera a este texto que es justo lo que necesitabas leer sobre cómo ser constante 🙂 Si te interesa este tema, te invito a visitar también mi artículo El sacrificio está sobrevalorado. Como digo, nos creemos que las cosas importantes conllevan mucho esfuerzo, dolor y sacrificio y en realidad… lo que conllevan los cambios significativos es mucha perseverancia, pequeños pasos pero mantenidos en el tiempo. Gracias por comentar, un fuerte abrazo!

  5. Gracias por este apunte… gracias a Pinterest que lo encontré… gracias Dios por ponerme al frente cosas que me enriquecen.

    • Amparo Millán Responde

      Me alegro mucho que hayas caído en mi página Ros! 🙂 Gracias por tus palabras y un abrazo

  6. Hola Amparo! Tu artículo es una foto fiel de mi persona…sin entrar en detalles, me reconozco en esos comportamientos. Sólo quiero agradecerte por expresar de forma tan clara y concisa el perfil de muchas personas como yo. Espero poder asumir la tarea de seguir tus consejos. Gracias y un abrazo desde Uruguay.

  7. excelente articulo. Definitivamente la constancia y organización son los mejores factures para lograr los objetivos.. en nuestra academia lo implementamos.

  8. Hola Amparo!! Hace ya un tiempo que leo tus Boletines de los Sábados y no soy alguien que suela escribir un comentario. Hoy este artículo conecta con el proceso que llevo haciendo desde hace unos 6 meses sobre la constancia. Como bien dices, mentalmente nos decimos cosas como que “no soy constante”….. y algo que me hizo cambiar es que en el fondo todos somos constantes…. para bien o para mal…. pues el que siempre se dice “Yo no Soy constante”, “‘me cuesta madrugar”, “soy lenta” en sí mismo Ya está siendo constante diciéndose siempre este Mensaje. Para mi ser consciente de eso fue un “antes y después”. De repente me cambió mi Mensaje en “SI Soy constante sólo (q no es poco) que mi constancia estaba mal enfocada”. Ahora soy constante y estoy enfocada en mensajes que me aportan Un abrazo fuerte y Gracias por ese rato que dedicas a escribir para los “desconocidos” que estamos en el otro lado de la pantalla.

  9. Hola! Son muy inspiradores tus artículos! yo me siento como una hormiguita …Te quiero pedir algún consejo, después de 17 años en pareja, ser ama de casa…mi pareja me dejó y me quedé sola con nuestros tres hijos. El se fué tras su sueño de ser cantante y yo quedé bastante abollada…estoy buscando trabajo y salir adelante…quiero que nos hijos estén bien y crezcan felices igual aunque yo este muy triste. Quisiera alguna palabra para no llorar tanto y dejar de pensar en esa persona. Gracias!!!

  10. Hola, Amparo: como siempre, el artículo de esta semana, supone para mí una afirmación de algunas cosas que tengo asumidas, aunque sin mucha seguridad, y leerte me proporciona ese algo que me faltaba. Como dices, a veces me ha pasado que he querido hacer algo YA, y al no ser posible, me ha creado frustración y ansiedad. Creo que la constancia ayuda a ver los problemas con más perspectiva, y lo que hago, cuando las cosas no se pueden solucionar ya, es «ponerlas en vías de solución» y la verdad es que me funciona, sobre todo porque me da tranquilidad, y la idea de que con toda probabilidad se solucionarán en su momento. También creo que en ese proceso, se pueden solucionar «haciendo un poquito cada día». Muchas gracias.

  11. Pingback: Las dos claves fundamentales para materializar tus propósitos – y no olvidarte de las promesas de cambio – bettyelane.com

  12. Pingback: 8 lecciones aprendidas después de escribir 100 entradas en un blog – bettyelane.com

  13. Pingback: 8 lecciones aprendidas después de escribir 100 entradas en un blog – Bettyelane

  14. Pingback: Cómo cumplir con las metas que te has propuesto este año – Bettyelane

Escribe un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.