¿La pereza gobierna tu vida?
¿Cuántas cosas te gustaría hacer y no haces, porque simplemente «te da pereza» y eliges la opción más fácil? Que puede ser mirar facebook en vez de leer un libro que hace meses te has propuesto leer, ver la televisión en vez de salir a pasear o perder el tiempo haciendo mil y una cosas en vez de apostar fuerte por un proyecto personal.
Bien, como no estoy dispuesta a dejar que la pereza tenga el control de tu realidad y te impida vivir con más alegría, bienestar o propósito, he grabado este episodio con mis mejores reflexiones y estrategias al respecto.
Por favor, escúchalo con atención y medita, en silencio, acerca de las preguntas poderosas que contiene.
¡Dale al Play, que empezamos!
Notas y enlaces sobre el audio
Sobre la distinción entre pereza y otros tipos de bloqueo
Comienzo diciendo que hay que distinguir la pereza de un estado de bloqueo que puede producirse por creencias limitantes («me siento atrapado, no sé para dónde ir»), de la indecisión o del acto de postergar porque tenemos miedo.
La pereza, a diferencia de las anteriores, es una resistencia inicial que se rompe en cuanto te pones a hacer eso que querías hacer, a veces a los dos minutos.
O bien, la pereza aparece ante actividades que no implican ningún riesgo. Por contra, si tú quieres hacer un trabajo académico y estás paralizado, suele ser por miedo al fracaso más que por pura pereza (o una combinación de ambas)
Si en tu caso lo que te sucede tiene más que ver con un bloqueo emocional, te invito a revisar este artículo: Cuando querer no es poder – Resistencias y autosabotajes que te pones a ti mismo o este otro 2 errores que te impiden tomar decisiones y te paralizan.
¿Y si no tienes ninguna meta ni aspiración?
La primera estrategia que comento a la hora de lidiar con la pereza es empezar por proponerte objetivos. Porque claro, si no tienes aspiraciones ni ambiciones, ¿para qué vas a levantarte del sofá y dejar de ver Netflix?
Pensar en la cosas que te gustaba hacer de pequeño, revisar lo que envidias y también hacerte la pregunta de qué harías si tuvieras una gran cantidad de tiempo y energía disponibles pueden ayudarte en esta tarea.
Y si aún así te resulta difícil proponerte objetivos, tienes a tu disposición mi curso Un Año para Triunfar (que está con un precio de liquidación hasta el 15 de enero) donde te enseño mi manera fácil pero potente para definir metas en todos los aspectos de la vida.
Póntelo fácil
Mi cuarta estrategia para lidiar con la pereza consiste en disminuir el esfuerzo inicial que te gusta hacer algo, dicho de otra manera: ponértelo fácil. En este artículo que te enlazo tienes algunos ejemplos de esto.
Una reflexión final
No hay nada que disuelva más a la pereza que ser plenamente consciente de adónde te lleva tu decisión de, día tras días, mes tras mes, año tras año, hacer lo que la ley del mínimo esfuerzo te dicta.
¿Es esta la vida que quieres? Una vida limitada, monótona, en la que tu creatividad está dormida porque te nutres todo el rato del entretenimiento creado por otros, en que tu cuerpo está oxidado porque no te apetece moverte, en que tus relaciones estancadas porque no te apetece levantarte del sofá y hacer el esfuerzo de vestirte y una capa de apatía lo cubre todo.
Si la respuesta es que sí, pues nada, sigue así, dejándote llevar por la inercia y por las ganas de no hacer nada.
Sin embargo, si estás leyendo esto entiendo que no es así y que lo que quieres para ti es una vida rica, interesante, creativa, donde te sientas con energía y saludable, donde pases momentos divertidos y entrañables con los demás.
En ese caso, tienes que decir adiós a la pereza.
Si no todo el tiempo, porque a veces la mejor opción puede ser vegetar un rato, al menos el 50% de las veces. Y esto, si sigues las recomendaciones que aparecen en este audio, no es difícil realmente, sólo requiere un poco de atención.
Espero haberte inspirado con este nuevo episodio de «Reflexiones para gente despierta». ¡Y ahora, vamos, a hacer eso que quieres hacer! 😀
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