Seguro que hay algunas cosas (o tal vez muchas) que te gustaría cambiar en tu vida: tu imagen, tu actitud, la relación con una persona, tu trabajo, la forma de manejar el tiempo o el dinero…
Sea lo que sea eso que quieres modificar, hay dos maneras de afrontar este proceso de cambio: una ciertamente negativa y otra bastante positiva.
La manera negativa de aproximarnos al cambio personal está teñida de un sutil autodesprecio y de reproche.
Analizamos todo lo malo o lo negativo que hay en nosotros (ejemplo: «odio la manera en que pierdo el tiempo, tengo que cambiar» o bien «soy una persona indecisa, no sé lo que quiero a mis 45 años, eso no puede ser «) y tratamos por todos los medios de corregirlo.
La segunda forma de enfocar un cambio personal parte de una visión positiva de uno mismo y de lo que podemos conseguir.
En este caso uno no se centra tanto en el problema (pierdo el tiempo, no sé lo que quiero) o en lo que NO quiere en su vida, sino en cómo podría crear, desde el presente y con sus conocimientos y aptitudes actuales, esa vida que desea.
En mi trabajo como coach, constato todo el tiempo que las personas solemos proponernos cambios desde el primer tipo de mentalidad, el negativo. Por eso a veces estos cambios nos resultan taaan difíciles o, aun cuando los conseguimos, nos quedamos con una sensación de cierto fracaso, de «debería haberlo hecho mejor» o «debería haber logrado esto en menos tiempo».
He grabado este audio para ayudarte a reflexionar sobre cómo afrontas tu proceso de crecimiento personal.
Hace más de dos años escribí este artículo «La manera incorrecta de mejorar tu vida (y lo que SÍ deberías hacer)» y este episodio es una ampliación y una continuación de lo que escribí entonces.
Te invito a escucharlo y a analizar en qué punto estás. Y te invito también a contestar en este momento, desde donde estás, las 4 preguntas que planteo al final, que te orientarán a la hora de hacer un cambio saludable en tu vida.
Dale al Play que aquí hay mucho jugo 😉
Notas del audio: La manera nefasta de afrontar un cambio de vida (y lo que sí deberías hacer)
Te resumo las 4 propuestas para afrontar un cambio de vida desde una actitud positiva y enriquecedora.
1. Cambiar el YO SOY por el YO ESTOY
Es muy diferente la sensación que nos queda en el cuerpo al decir «yo soy una persona dispersa» frente a «yo estoy dispersa». En el segundo caso nuestra mente va a intentar buscar una manera de solventar positivamente este estado transitorio de dispersión.
Tampoco es lo mismo decir (y haz la prueba, mira lo que pasa en tu cuerpo) «yo soy indecisa» que «yo estoy indecisa».
O por poner otro caso, cambia mucho la manera de verte a ti mismo al decir «yo soy pesimista» en vez de «yo estoy siendo pesimista en este momento de mi vida».
En definitiva, te propongo que te despegues un poco de los problemas, que no los consideres parte de ti. Como he escuchado a María Fornet en algunas de sus clases, citando a Michael White (padre de la psicología narrativa):
Tú no eres el problema. El problema es el problema.
Medita sobre esta frase porque puede cambiar radicalmente tu visión.
2. Piensa que tus opiniones y actitudes negativas con respecto a ti mismo son respuestas adaptativas al entorno.
Que estés abrumado, agotado, cansado de las obligaciones familiares y del día a día no es, en la mayoría de los casos, un problema personal. No habla tanto de tu incapacidad de gestionar bien tu tiempo y energía (cosas que se pueden mejorar, obviamente, por ejemplo aquí hablé de cómo lidiar con la pereza), sino que refleja que la vida cotidiana es muy exigente.
De la misma manera, que te distraigas con suma facilidad no es un rasgo negativo específico de tu carácter con el que has nacido, ¡es que la tecnología actual nos lleva a esta fragmentación continua del pensamiento y de la actividad!
Con esto no estoy tratando de que culpes al entorno de todo lo que te sucede y tú te quedes en una posición de víctima (algo que desde luego no te lleva a cambiar) sino que te estoy invitando a que encuentres una explicación para tu problema que no sea la de que tienes graves defectos en tu carácter.
Porque iniciar un cambio personal también requiere analizar de qué manera el entorno y el contexto favorecen nuestras dificultades y desde ahí, podemos modificar este contexto para que juegue a nuestro favor (ejemplo: dejar en otra habitación el móvil si es una continua fuente de distracción o alejarnos de personas que continuamente socavan nuestra autoestima)
3. Valora lo que SÍ haces y lo que has hecho en el pasado.
Algo que me asombra mucho, y esto lo digo tras hablar profundamente con decenas (si no cientos) de personas en terapia y también en conversaciones con amigos, es lo poco, poquísimo, que valoramos lo que hacemos. O el escaso valor que damos a los retos que hemos superado en el pasado.
Pienso que si abriéramos de par en par los ojos, y las puertas de nuestra mente, y nos apropiáramos de todos nuestros logros, no tendría ningún sentido el sentirnos inseguros de nosotros mismos o incapaces.
Esa incapacidad que sentimos suele ser ficticia. Viene de no reconocer las cualidades que ya están en ti, ni tus esfuerzos acumulados de años.
Por eso, a la hora de realizar un cambio de vida, empieza valorando con orgullo lo que ya haces. ¡Hacemos CIENTOS de pequeñas tareas por día! ¡Y muchas de ellas no nos gustan y las realizamos de todos modos! Y, desde esa actitud y no desde una estúpida exigencia sin fin, establece nuevas metas.
4. Piensa qué tipo de persona SÍ quieres ser y qué quieres crear
Te invito a olvidarte por un momento de lo que va mal en tu vida, o en el mundo exterior en general, de lo que no te gusta, de lo que no quieres, y poner el foco en lo que SÍ quieres, en lo que deseas construir.
A ver, por ejemplo, piensa:
- ¿Qué quieres ser, qué quieres crear?
- ¿Cómo sería tu estilo de vida ideal?
- ¿Por dónde puedes empezar a caminar hacia allá? (Ya sabes, importante, un pasito cada vez)
- ¿Qué nuevo hábito o qué pequeño éxito puedes concretar en tu realidad?
Por cierto, si muchas veces lo que te paraliza es que no sabes lo que quieres, te dejo este artículo donde te doy tres fórmulas para descubrirlo. Todos sabemos lo que queremos en el fondo de nosotros, lo que pasa es que a veces no nos damos tiempo para verbalizarlo.
Reflexiones finales: Cómo iniciar un cambio de vida, sea cual sea tu edad y situación
Lo que te propongo, a la hora de querer cambiar o mejorar tu vida, es que te alejes de esa mentalidad que nace de la vergüenza al querer reparar todo lo que está mal en ti y que te centres en:
- Lo que quieres construir en el mundo exterior
- En cómo puedes nutrir a la plantita llena de bendiciones que está dentro de ti.
Espero que este artículo te haya ayudado y, una vez más, te recomiendo que escuches el audio al completo para empaparte de estas ideas, por ejemplo dando un paseo delicioso por tus alrededores.
¿Dudas, preguntas, reflexiones? Te leo con mucho gusto en los comentarios.
¡Hasta pronto!
2 Comentarios
Gracias por su intervencion, y es muy hermosa
Gracias Carlos, me alegra que te haya gustado 😉