En el artículo anterior ¿Vives o sobrevives? hablamos de la diferencia entre una existencia basada en la alerta, la carencia, la lucha y el «que no me hagan daño por encima de todo» (a esto le llamamos «el modo supervivencia») y una forma de vida que, al contrario, busca el crecimiento, el despliegue y amar sin miedo.

Siguiendo con esas reflexiones, en este audio te presento 5 maneras de vivir con plenitud , es decir, vivir saliendo de los mecanismos de supervivencia y buscando hacer crecer nuestro potencial.

 

Puedes escuchar el audio aquí:

 

Esas 5 maneras que menciono de vivir con plenitud son las siguientes:

1. Poner conciencia en nuestro mundo interno.

Para llevar una existencia plena hay que poner conciencia,, vivir sabiendo lo que nos pasa, para dónde vamos y por qué nos suceden ciertas cosas. Si sólo nos fijamos en lo que pasa fuera y no exploramos lo que sucede dentro, estaremos desconectados y dependientes de las circunstancias exteriores.

A nivel concreto, podemos observar en nuestro mundo interno para poner más conciencia:

a) Las emociones que nos invaden a lo largo del día, y qué las provoca

b) Cuáles son nuestros valores, nuestras expectativas sinceras, qué nos mueve

c) Cómo es nuestro diálogo interno y qué palabras utilizamos para definir la realidad: ¿son palabras que nos hunden,  que nos dejan en un lugar de derrotismo e indefensión, o por el contrario son palabras que nos estimulan?

d) Cómo somos en la relación con los demás (porque no siempre nosotros tenemos la razón y los demás están equivocados…)

En definitiva, revisar nuestro mundo interior es clave para salir del «modo supervivencia» y caminar hacia una vida plena.

 

2. Bajar la intensidad de nuestros miedos

Nuestros miedos son como un iceberg: vemos solamente una pequeña parte de lo que ocupan. Estamos INUNDADOS de miedo porque vivimos en un sistema familiar, social y político que hace del miedo la piedra angular del control, el sometimiento y la manipulación. Basta abrir un poquito los ojos para darnos cuenta de esto…

Miedo a que me juzguen, miedo a que me hagan daño, miedo al fracaso y a sentirme yo un fracasado, miedo a que me abandonen, miedo a perder el favor o la admiración de otra persona, miedo a caer enfermo o quedarme sin trabajo, miedo a no tener recursos, miedo a la incertidumbre, ¡la lista de nuestros miedos es interminable!

Lo que recomiendo en este punto es, primero, reconocer la magnitud de estos miedos, y cómo nosotros (inconscientemente) los transmitimos a nuestros hijos o pareja, y hacemos del miedo un arma de manipulación y en segundo lugar, actuar a pesar de los miedos.

 

3. Vivir el presente

La tercera manera de vivir en plenitud en vez de sobrevivir, es centrar nuestra atención en el presente. Fijarnos en nuestro cuerpo, aquí y ahora, que está a salvo, y no bajo los centenares de peligros que nuestra mente se encarga en percibir.

De la misma manera, las fantasías sobre un futuro ideal pueden ser peligrosas si no se controlan pues se convierten en una droga, en una manera de evadirnos y no encarar nuestros problemas. Cuando notes que te estás refugiando en sueños futuros pero que no haces nada, en el plano de lo real, para acercarte a ellos, vuelve al presente y pregúntate: ¿qué puedo hacer, aquí y ahora, para mejorar mi vida?

Por último, vivir el presente también supone asumir la realidad TAL Y COMO ES, y no como nos gustaría. Es preciso que dejemos de intentar cambiar las cosas que no tienen solución o no dependen de nosotros y que juguemos nuestras cartas de la mejor manera posible.

 

5 maneras de llevar una vida plena, una vida que merezca la pena
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4. Soltar el control enfermizo

La incertidumbre es una parte ineludible de la vida: a todos nos llegan momentos de caos en la que nuestra tan querida seguridad nos abandona y las estructuras sólidas que creíamos haber construido se caen como castillos de arena.

En estos momentos hay que renunciar al control, y entender que no pasa nada porque no sepamos lo que hacer en un momento determinado. No siempre tenemos por qué saber cuál es el siguiente paso. No siempre la solución está ahí de manera inmediata. No siempre tenemos que saber con seguridad para dónde vamos, basta con seguir caminando…

Por otro lado, soltar el control implica desistir de la idea de ser personas perfectas. Cuando alguien nos cuente un problema, por ejemplo nuestros hijos, NO pretendamos darles una solución perfecta y definitiva ¿quién ha estipulado que debe ser así?

Olvidémonos de las respuestas enlatadas cuando alguien nos comparte una inquietud, es mucho mejor decir: bueno, no sé, pensemos juntos qué puedes hacer y probemos a ver qué pasa.

 

5. Tener una actitud (doble c) Constructiva y Creativa

Una actitud constructiva implica que me centro más en la pregunta de ¿Qué quiero en mi vida? que en revisar una y otra vez lo que no quiero. Porque la mayoría de nosotros sabemos muy bien las «maldiciones» de nuestra rutina diaria, lo que nos falta, lo que no queremos, pero a veces no tenemos ni idea de lo que sería un día ideal, por ejemplo.

En cuanto a la actitud creativa, significa darnos libertad de pensamiento y acción para intentar cosas nuevas. Pensemos «por fuera de la caja», por fuera de nuestra jaula de seguridad que hemos construido para protegernos del exterior. Olvidémonos de que hay una opción perfecta y busquemos simplemente una buena opción.

Actuar de forma constructiva y creativa nos hace cada vez personas más valientes, entusiastas, vitales y valiosas para los demás.

 

Por último, una cualidad que tiene mucho que ver con la vida en plenitud y no con la supervivencia es la PACIENCIA. Cuando nos olvidamos de la urgencia por solucionar un tema estamos más alineados con nuestra alma, esa parte de nosotros que aspira a la realización.

La verdad que si elimináramos la prisa, aliviaríamos la mitad de incomodidad y dolor que nos causan nuestros problemas. Nos relajaríamos un poco y empezaríamos a fluir con las circunstancias en vez de luchar continuamente contra ellas.

 

Si este tema te causa interés, te sugiero que escuches el audio y como siempre, serán bienvenidos tus comentarios y reflexiones. Puedes hacerlo desde aquí:

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2 Comentarios

  1. silvia echeverria Responde

    Muchas gracias Amparo!! Me gusto mucho este podcast y me gusta tu trabajo. Y si, el miedo ha sido una constante en mi vida: a que no me quieran, a no ser suficiente, al abandono y a una infinidad de cosas, por eso siempre tengo presente la frase de mi madre: «ten cuidado» y de tanto cuidarme siempre he estado con miedo..a todo!! Y resulta muy trabajoso salir de allí. Pero es un trabajo que vale la pena! Me ha sido muy útil esto que tu planteas de enfocarse en lo que uno si tiene. Gracias por ayudar!! Saludos desde Argentina!!

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